Un golazo de Asier Illarramendi, con derechazo repleto de efecto desde la frontal tras el rechazo en un saque de esquina, fue el broche con triunfo de España en una clasificación perfecta al Mundial de Rusia, premiando el ímpetu por vencer en un encuentro sin nada en juego. España se impuso en un partido complejo de jugar, con la clasificación al Mundial ya en el bolsillo y un once repleto de novedades, sin jugadores que marcan su identidad.

El arranque de partido era un claro mensaje español. Un minuto y 50 segundos de posesión desde que sacó de centro. Israel se defendía con coraje. Líneas juntas y el contragolpe como apuesta para buscar sorprender al líder de grupo. Su decepcionante fase de clasificación podía tener un cierre honroso y lo buscó. Se mantuvo en el partido gracias a Harush, portero muy criticado que estuvo firme. Respondió a un zurdazo de Asensio y sacó de puños otro de Pedro, al que le venció en un mano a mano que representó la ocasión más clara del primer acto.

España necesitaba subir su nivel competitivo. Lopetegui quería el triunfo que certificase una clasificación perfecta. Retiraba un defensa al descanso, quitando a Ramos, y buscaba pólvora metiendo a Iago Aspas. Defensa de tres y a por el gol que firmaría Illarramendi.