"Llegó la hora", afirma Stanis García, entrenador del Liceo. El equipo verdiblanco arranca hoy en Las Rozas (20.00 horas) la OK Liga femenina. Será su segunda temporada en la máxima competición nacional y si la primera fue la de la novedad y la sorpresa, con clasificación para la Copa de la Reina y salvación agónica en la última jornada, esta tiene que ser la de la confirmación. Tendrá que hacerlo sin uno de sus pilares del año pasado, la internacional chilena Cata Flores. Y el único refuerzo de las más prometedoras jugadoras gallegas: Naiara Baamonde, Lara y Lucía Yáñez y Lucía Parga. Lo que no cambia es la ilusión ni el objetivo: "Mantenernos, crecer y formar".

"Se mantiene el grupo del año pasado y le sumamos el grueso de la selección gallega sub 18. Tenemos el 80% de las jugadoras gallegas con más potencial", resume el técnico asturiano. Él mismo dirige también el combinado autonómico, por lo que sabía bien dónde pescar. Ya lo había intentado el año pasado, antes del debut en la competición. Nutrirse de la mejor generación de jugadoras gallegas de la historia para hacerlas crecer. La salida de la veterana Miriam de la Fuente, que fichó por el Reus, y sobre todo la de la internacional chilena Cata Flores, que tras disputar los World Roller Games en China anunció su marcha al Vilanova, le obligó a mover ficha.

"Hay que trabajar mucho con ellas porque no conocen la categoría. Pero las veteranas les pueden ayudar y hacer ver que el ogro no es tanto como lo pintan", afirma Stanis. Ya lo demostraron las coruñesas el año pasado con la salvación. Fue un logro deportivo, pero también psicológico. Plasmar en la pista que la OK Liga femenina está a su alcance, que se merecen por méritos propios estar en la elite. "Salvo que diéramos un salto de calidad, que solo podría venir acompañado de un patrocinador y condiciones económicas más favorables, el objetivo tiene que ser el mismo. El proyecto es trabajar a esta generación de chicas gallegas y hacerlas crecer. Y tenemos la misma ilusión", reconoce el entrenador liceísta. "Están entrenando de diez para conseguirlo. Y ese trabajo tiene que dar sus frutos. Ahora a ver si puede ser a tiempo", añade.

"Nos encantaría hacer tres o cuatro fichajes de renombre pero eso no es posible. Por eso tenemos que explotar lo que hay aquí", apunta. Y es que este año la OK Liga femenina se presenta mucho más dura. Los ascensos de Reus, Girona y Vilasana encarecieron la categoría. Además, todos los equipos se han reforzado mucho. "Los resultados va a ser más ajustados. Yo creo que desde el tercero hasta el último nos podemos ganar todos a todos", analiza García. "Solo Voltregá y Gijón parece que tienen que estar arriba, aunque el Voltregá en pretemporada perdió en la Copa Penedés. Eso va a dar mucho juego y supone un gran reto. Y los retos nos motivan", continúan.

Stanis intenta preparar a su equipo para vivir situaciones complicadas. "Tienen que estar preparadas para verse en descenso, para saber vivir en el pozo. Va a ser un factor psicológico importante porque el año pasado tuvimos la suerte de enganchar buenos resultados desde el principio y nunca nos vimos abajo", comenta. "Después de meses de competición, ya veremos donde estamos". Además, el Liceo pierde también el factor sorpresa. "Éramos novatas, pero tampoco nos conocían y nadie sabía cuál iba a ser nuestro nivel. Ahora nos conocen y por eso estamos entrenando también para ser un poco más imprevisibles", alerta. El primer reto, hoy mismo. Estreno en Las Rozas ante un equipo con un cuatro internacionales. "Va a ser muy difícil pero lucharemos", concluye.