Adrián González, hijo del técnico del Málaga, Míchel, y Recio, de penalti, firmaron la primera victoria del Málaga en la Liga y dieron oxígeno al entrenador, en entredicho desde que comenzase la temporada.

El Málaga fue mejor y justo vencedor. El equipo malagueño, hundido antes del partido en la clasificación con un solo punto, necesitaba la victoria de forma imperiosa para marcar un antes y un después; un punto de inflexión que le permita encarar el curso con esperanzas.

Juanpi tuvo la primera ocasión, pero no logró conectar con la cabeza el centro de Chory Castro y el centrocampista Adrián, con un disparo flojo dentro del área grande, desaprovechó la segunda opción.

El Celta mantenía la posesión del balón pero sin verticalidad. Y cuando el partido moría en los primeros 45 minutos se produjo una falta lateral a favor del Málaga. Fue despejada por la defensa del Celta y el rechace le llegó al central francés Baysse. Su chilena, en el área pequeña, tocó el larguero y Adrián con la cabeza, remachó dentro de la portería.

En la segunda parte el Celta se fue hacia el área del Málaga y Aspas empató, hasta que llegó el penalti que Recio se encargó de lanzar, engañando al guardameta Rubén Blanco y adelantando de nuevo al Málaga en el minuto 82.