El Girona sumó ante el Levante su tercer triunfo consecutivo, tras imponerse por 1-2, y continúa su escalada en la clasificación, al superar a un rival que agrava su crisis de identidad y resultados, después de acumular su sexto partido seguido sin conocer la victoria. El equipo de Pablo Machín fue muy superior a un Levante que se ha instalado en un estado de ansiedad impropio de estas alturas de la temporada y que está entrando en una dinámica peligrosa.

El Girona afrontó el partido con las ideas más claras que su rival e impuso su juego con mucha personalidad ante un Levante ansioso, incapaz de serenar y dar continuidad a su juego.

Los gerundenses avisaron con un par de contragolpes tras el descanso y obtuvieron el premio de gol, tras una gran jugada por banda que culminó Borja García con un potente disparo desde la frontal que, tras golpear en el larguero, acabó dentro de la portería.

El cuadro valenciano se hizo con el control del balón y el Girona se replegó y se defendió con mucho orden. El cuadro catalán supo esperar su oportunidad y en una contra sentenció el partido, al rematar Stuani una buena acción entre Portu y Pere Pons. El gol de Ünal en la prolongación ya fue estéril.