El circuito Ricardo Tormo pondrá fin este domingo al Mundial de Motociclismo 2017 y lo hará con una decisiva carrera en MotoGP, donde Marc Márquez (Repsol Honda) parte con una clara ventaja sobre Andrea Dovizioso (Ducati) para certificar su cuarto título de la categoría reina, sexto en total.

El de Cervera se planta en la última cita del año con 21 puntos de ventaja sobre el de Forlimpopoli, un margen que parece más que suficiente para reeditar su corona, la cuarta en cinco años en MotoGP, y situarse como el segundo piloto nacional más laureado de la historia por detrás de Ángel Nieto.

El piloto catalán afronta una situación ya conocida para él. En su primer año en la categoría reina, en 2013, también llegó a Cheste en el liderato y supo gestionar bien esa presión pese a ser rookie. Entonces, su rival era un Jorge Lorenzo (Yamaha), que era doble campeón del mundo y que hizo lo que tenía que hacer, ganar, lo único que el domingo le vale a Dovizioso, si quiere tener alguna posibilidad de dar el título a Ducati diez años después de la victoria de Casey Stoner.

Los dos aspirantes lo tienen claro. El italiano tendrá que centrarse en ir a por la victoria sin preocuparse de lo que haga un Márquez, al que le vale cruzar la bandera a cuadros en la undécima posición, pero que debe evitar cometer un error y manejar bien su estrategia, sobre todo en las primeras vueltas, donde más tráfico hay. Valentino Rossi lo tenía también encarrilado en el 2006 con Nicky Hayden, pero tras conseguir la pole se fue al suelo y, aunque logró volver a la carrera, terminó perdiendo el título.

A favor del ilerdense está que tendrá 'apoyos' de otros pilotos que desean la victoria para cerrar el año y que pueden incomodar a un Dovizioso que necesitará una carrera limpia para apurar hasta el final sus opciones, como ya hiciese en Malasia, donde salvó su primera bola de partido en contra.

Márquez ha demostrado madurez para tomar los riesgos cuando sean necesarios y principalmente debe evitar irse al suelo, una situación que ha conocido durante esta temporada en muchas ocasiones, un total de 25, aunque la gran mayoría en entrenamientos. De hecho, desde que se cayese en Argentina y Francia, no le ha vuelto a suceder en carrera y su cuarta plaza en Sepang fue su peor resultado las últimas once carreras, teniendo en cuenta que en Silverstone no pudo acabar por una avería de su moto.

Esa fiabilidad le da cierta ventaja en una carrera diferente y en un Ricardo Tormo, donde siempre ha subido al podio en la categoría reina, aunque sólo haya ganado en una ocasión, en 2014. La Honda rinde bien en el circuito valenciano y habrá que ver cuánto la exprime durante el viernes y el sábado, mientras que Dovizioso jamás ha ganado en Cheste, aunque Ducati ya ha dejado claro que es una montura capaz de ser competitiva este año en casi todos los circuitos.

Salvo el propio Márquez y su compañero Jorge Lorenzo, que le hizo labor de equipo para que ganase en Sepang, el italiano tendrá duros rivales, que también querrán conseguir la victoria, como Maverick Viñales, Valentino Rossi, Johann Zarco o Dani Pedrosa.