La selección española de fútbol apabulló ayer en La Rosaleda a la Costa Rica del deportivista Celso Borges, que disputó el partido completo, en el primero de sus amistosos de preparación para el Mundial, un duelo en el que los hombres de Julen Lopetegui apenas encontraron oposición en el combinado tico y que muestra el gran fondo de armario de la roja.

En un partido con dominio aplastante, el seleccionador español ofreció la oportunidad de debutar al portero del Athletic Kepa Arrizabalaga y al exdeportivista Luis Alberto, todo ello en medio del gran ambiente vivido en el coliseo malagueño, rendido a su paisano Isco Alarcón.

Los primeros minutos fueron el preludio del festival ofensivo y goleador que ofrecería España durante la primera mitad. Así, la roja encontró premio ya en el minuto 5, en una jugada por banda derecha en la que David Silva sirvió un buen centro para que el barcelonista Jordi Alba rematase a placer.

Todo ello aderezó el ambiente ya de por sí festivo de La Rosaleda, que se repartió entre las ovaciones a Isco Alarcón, el hijo pródigo en su vuelta a casa y los pitos a Gerard Piqué, una costumbre en los últimos compromisos del combinado de Julen Lopetegui.

En el campo, el dominio de los españoles era absoluto, amparado por la rapidez en la recuperación y la exhibición de sus centrocampistas. Los costarricenses, de hecho, sólo estuvieron cerca de la portería local al filo de la media hora

A cambio, la roja no perdona; una fantástica triangulación entre el autor del primer gol, Iniesta y Silva finalizó con un pase raso del canario para Thiago, interceptado por el guardameta tico, pero Morata apareció para recuperar el esférico y enviarlo al fondo de las mallas.

Tras el paso por vestuarios, Lopetegui dio entradas de refresco para ofrecer minutos a la mayoría de sus futbolistas. Sólo cinco minutos después de reanudarse el choque, Iniesta se sacaba de la chistera una gran jugada en la frontal del área que culminaba a los pies de la defensa tica, pero Silva, atento, se encargaba de batir por primera vez a Carvajal. Y es que el centrocampista del Manchester City tardó poco más en ver cerrado su doblete, después de una excelente presión para recuperar el esférico y perforar de nuevo la meta visitante.

Iniesta se apuntó al banquete goleador cerrando la cuenta; el manchego condujo desde el centro del campo al borde del área, donde armó un fuerte disparo.