El Liceo puede recuperar hoy el liderato de la OK Liga si gana al Girona (Palacio de los Deportes de Riazor, 12.30 horas) por dos goles o más. La derrota de ayer del Barça en Reus (3-2) le da la opción de regresar a lo más alto de la tabla solo una semana después de perder en su visita al Palau (3-1). El deporte es así. Lo que te quita te lo devuelve y viceversa. Los verdiblancos sabían que la competición es larga y que no había que bajar los brazos. Y tienen que demostrar que lo ocurrido frente a los azulgrana fue solo un borrón tras seis victorias seguidas y ya está más que olvidado. Porque además también se avecinan dos semanas complicadas, con la segunda jornada de la competición europea ante el Sporting -el regreso de Toni Pérez- el próximo sábado, la visita del Reus el martes siguiente y el viaje a Alcoy en quince días.

El Girona es un equipo que sorprendió con su fulgurante inicio de la competición. Tiene un portero muy seguro como Jaume Llaverola, conocido de la afición coruñesa pues defendió la portería verdiblanca durante cinco temporadas y que no ha perdido cualidades pese a ser el abuelo de la OK Liga con 42 años. Y un delantero, Raúl Pelícano, desequilibrante. Ellos son los veteranos, junto a Manel García y Borja Ramón, de una plantilla que completan jóvenes talentos como David Gelmà, Marc Palau, Marc Palazón y Oriol García. Con el objetivo de la permanencia, iniciaron el curso a ritmo de los grandes aunque perdieron fuelle según han ido pasando las semanas.

Con todo, estuvieron a punto de darle un susto al Barça en el Palau, donde dominaron por 1-3, resultado que no pudieron aguantar en los últimos diez minutos y los culés dieron la vuelta al marcador hasta el 4-3 final. Es un ejemplo de que el Liceo tiene que ir con tino. Para empezar, recuperar el olfato goleador. La semana solo acertaron una vez en la diana, lo que bajó su promedio. En casa, no obstante, la máquina ha funcionado a la perfección. Los coruñeses tienen que volver a mostrar sus garras. Solidez defensiva y definición en ataque.