El Sevilla empató (3-3) en la prolongación de un choque que perdía 0-3 al descanso después de un baño del Liverpool, pero en la segunda fue todo lo contrario y los hispalenses se lo creyeron, con lo que ahora los dos equipos dejan los deberes de pasar a los octavos para la última jornada.

Cuando el reloj marcaba un minuto y treinta segundos, el Liverpool aprovechó la descoordinación defensiva sevillista para poner el 0-1 con un remate a placer del brasileño Roberto Firmino. En el campo solo había el color de los reds ante un rival que perdía el balón con facilidad y dio lugar a mortíferas contras con las que ya a la media hora de juego dejaban el marcador en un contundente 0-3.

En la segunda parte, Berizzo sacó de inicio a Franco Vázquez por Steven Nzonzi para intentar que su equipo tuviera mas creación y no solo posesión y Ben Yedder, en un buen remate de cabeza, marcó pronto, a los seis de la reanudación.

El conjunto español fue otro por momentos, lo mismo que el inglés, que pasó por sus primera fatigas, hasta el punto de que Ben Yedder marcó un penalti (2-3) que le había hecho a él el exsevillista Alberto Moreno. Solo se había jugado un cuarto de hora y los locales se habían metido de lleno en el partido y además también el miedo en el cuerpo a sus rivales.

Así se entró en el último cuarto de hora, con la formación visitante que logró capear el temporal y que buscó una nueva contra para matar el partido, pero no lo hizo y Guido Pizarro logró el empate en el 93.