Un punto se llevó cada equipo en el choque de trenes de ayer en Riazor. El Liceo y el Sporting ofrecieron un gran partido en la segunda jornada de la Liga Europea. A pesar de que sólo se marcaron dos goles en los cincuenta minutos, el espectáculo fue muy bueno.

Este empate deja al Sporting en la primera posición de la clasificación del Grupo D de la Liga Europea. La lógica dice que coruñeses y lisboetas decidirán en Portugal quién pasa de primero a la siguiente fase. Pero no se puede poner el carro antes que los bueyes porque quedan tres encuentros hasta esa cita de Lisboa.

El encuentro de ayer fue bonito pero no dejó sabor dulce en la grada de Riazor porque los tres puntos no se quedaron en casa. El choque comenzó con mucho ritmo, que el Liceo tuvo que frenar para no tener un disgusto. Sin embargo la mala noticia llegó en el minuto cuatro con un gol del exjugador verdiblanco Henrique Magallanes, quien batió a Xavi Malián con un tiro lejano que tocó en un defensa y entró en la portería coruñesa.

El partido seguía un poco loco y había ocasiones para los dos equipos, pero las más claras eran para los de Juan Copa. El gran enemigo del Liceo en la tarde de ayer fue el meta portugués Girao, que detuvo innumerables ocasiones claras de los jugadores gallegos.

Menos de un minuto después del tanto del Sporting de Portugal, el portero visitante despejó un gran tiro liceísta, pero no pudo parar el remate en boca de gol de Dava Torres a pase de Josep Lamas en el minuto siete. 1-1. El empate rebajaba la tensión en la pista y el conjunto coruñés se iba haciendo con el control de la contienda. Desde este momento disminuyeron las ocasiones visitantes, y también su posesión de la bola.

En el minuto once exactamente se produjo el regreso de Toni Pérez a la pista de Riazor. El asturiano fue recibido con tímidos aplausos.

Poco después el encuentro se tendría que parar por culpa del mal funcionamiento del marcador. La bocina que avisa del final del tiempo sonaba sin ton ni son y el reloj saltaba del minuto 11 al 1. En medio de este caos, y sin crono los árbitros mandaron reanudar el encuentro con la confusión de oír la bocina una y otra vez sin razón.

Tras estos diez minutos de parón, el partido volvió a enloquecer pero esta vez con un culpable claro, Pedro Gil. El capitán de la selección española tiró de su equipo hacia la meta de Xavi Malián pero el Liceo supo contener el ímpetu del jugador catalán.

A dos minutos del descanso, Dava Torres tuvo una gran ocasión al protagonizar una contra que acabó rechazando, otra vez, Girao.

La segunda parte fue más tranquila, aunque no perdió ni un ápice de tensión y vistosidad para la grada. El Liceo hizo posesiones largas para relajar el choque y en el minuto treinta Caio zancadillea a un jugador local lo que hace que los árbitros le muestren la cartulina azul y Josep Lamas tenga la oportunidad de marcar en una falta directa. No pudo ser. Las ocasiones para los de Copa se sucedieron hasta el final pero Girao estuvo espléndido en todas ellas.