La segunda unidad del Barcelona superó con facilidad el trámite ante un inofensivo Murcia y, tras un notable segundo tiempo, selló en el Camp Nou el pase a los octavos de final de la Copa del Rey en un choque desigual sin historia.

El equipo azulgrana, liderado por Denis Suárez y con la participación de cuatro jugadores del filial, puso fin al sueño copero del equipo murciano, que en la vuelta de los dieciseisavos de final no pudo frenar el vendaval de su rival tras la reanudación, cuando los locales anotaron cuatro goles.