La selección española no encontró premio a su buen juego y pese a vencer por un claro 33-26 a Eslovenia, se medirá en los octavos de final con la todopoderosa Noruega, la vigente campeona mundial y europea, que no cumplió con sus deberes y cayó por 28-31 ante Suecia.

Un amargo desenlace que no debe ensombrecer el gran partido del conjunto español, que volvió a demostrar que posee recursos suficientes tanto en ataque como en defensa para dar la vuelta a un marcador, que se complicó notablemente para las guerreras en la primera mitad.

Variantes entre las que destacó las que aportó una debutante en un Mundial como la lateral Ivet Musons, que con su actuación tanto en ataque como en defensa propició el punto de inflexión necesario para la remontada del equipo español.

No lo tuvo fácil, sin embargo, la selección española, que este viernes, al menos de inicio, no se mostró como el muro infranqueable que tanto hizo sufrir a dos potencias como Rumanía y Francia.

Aunque la clave del triunfo no estuvo en ataque, donde brilló con luz propia la central Nerea Pena, autora de nueve tantos, sino en defensa, donde España volvió a mostrarse como un impenetrable equipo.