"Es mejor terminar bien que empezar bien", aseguró Gustavo Aranzana tras el encuentro de ayer entre el Leyma y el Barcelona B. Con esta frase el técnico naranja resumió un partido en el que su equipo se tuvo que emplear a fondo: "Sabíamos que había que trabajar mucho para solventar un partido contra un equipo con talento que sabes que te va a crear problemas. Defendimos muy bien, sobre todo en la segunda parte y estoy contento con el trabajo global, el sacrificio y el colectivo".

A la pregunta de si el equipo está al nivel que él desea, Aranzana respondió con claridad: "No. Yo quiero más. Este equipo todavía puede crecer".

Trevor Cooney fue el jugador mejor valorado del Leyma, "él asume la responsabilidad en los tiros importantes aunque tenemos más alternativas de juego. Sin embargo cuando está inspirado, cuando está on fire hay que llenarlo de balones".

Alfred Julbe, técnico rival, no estaba tan contento como Aranzana. "Ha sido un partido durísimo. Durante muchos minutos hicimos las cosas bien pero tenemos que poner a jugadores muy jóvenes y el tercer cuarto nos costó todo un poquito más", explicó el entrenador del filial azulgrana, quien comparó la intensidad del choque de ayer con la de los encuentros de la Euroliga.