Levante y Leganés cerraron el año 2017 con un partido de fuerzas parejas, pero sin goles y apenas ocasiones para marcar, con un fútbol directo de los locales y un equipo madrileño que quiso jugar un poco más el balón.

El partido solo varió con la expulsión de Amrabat (minuto 68) y dio paso a una fase de intenso dominio local, pero sin efectividad de cara a puerta.

Las fuerzas estuvieron parejas hasta la expulsión, que llegó cuando ambos dudaban entre buscar el gol o conservar un punto.