Al Leyma Coruña todavía le queda un partido para despedir 2017 y será sin duda el más difícil ya que visita en Lugo al Breogán, líder de LEB Oro en el derbi gallego. Los lucenses ganaron ayer al Sammic por 61-81 y volvieron a mostrar su cara más incontestable. Gustavo Aranzana no quiere relax pese a las vacaciones por Navidad. Para el técnico hubiese sido mejor llegar al parón con una victoria, pero los naranjas no tuvieron su día el viernes contra el Huesca. "Hay que estar tranquilos y a ver qué podemos hacer contra el líder, que es un gran equipo", afirma el entrenador del Leyma.

Aranzana calificó como "dura" la derrota del viernes. "Pero no puedo quejarme del equipo porque hicieron un esfuerzo tremendo. No fue nuestro día. Dominamos en ciertos momentos y cogimos ventajas, pero no supimos mantenerlas. Y tampoco tuvimos el acierto necesario", continuó en su análisis del partido perdido contra el Huesca. "El público estaba contento y el pabellón tenía muy buen ambiente", se lamentó.

Para el técnico naranja, su equipo pudo sentenciar en el último cuarto pero no lo consiguió: "La locura del último minuto con cuatro bandejas seguidas falladas es el resumen del partido, no tuvimos acierto y el balón no quiso entrar".

El Leyma, que afrontará la última jornada del año en la octava posición, tendrá dos días de descanso y tres de entrenamiento antes de medirse el viernes al Breogán, un equipo que solo ha perdido dos partidos en todo lo que va de curso.