El Liceo se acerca al ecuador de la OK Liga femenina con las alarmas encendidas. Se encuentra en puestos de descenso, a siete puntos de la salvación, y cierra la primera vuelta en una de las peores canchas posibles para intentar enderezar la situación. Las verdiblancas visitan mañana y con urgencias al Voltregá, campeón de Europa y uno de los principales candidatos al título. La derrota en el último minuto contra el Girona de la semana pasada fue duro, pero el conjunto que dirige Stanis García ya fue capaz de puntuar en otra pista complicada, la del vigente campeón de liga Hostelcur Gijón, donde arañó un empate. Mejor ejemplo para intentar dar de nuevo la sorpresa para cambiar la dinámica e iniciar la segunda vuelta del campeonato con el firme objetivo de una remontada de récord.

La situación apurada contrasta con la del año pasado. El Liceo comenzó el curso de su debut en la máxima categoría como un cohete y eso le clasificó para la Copa de la ReinaCopa de la Reina, es decir, acabó la primera vuelta entre las ocho mejores de la clasificación. Sin embargo, en la segunda parte del campeonato las cosas se le complicaron y no pudo asegurar la permanencia hasta la última jornada, con un partido a cara o cruz con el Mataró, que fue finalmente el equipo que descendió.

Para evitar perder la categoría, las verdiblancas tienen que darle la vuelta a situación y a una primera vuelta mala, en la que solo consiguieron siete puntos -victorias frente al Vilanova y el Reus y empate contra el Gijón- a falta del partido de mañana en Voltregá, tiene que seguirle otra segunda mucho mejor. Pueden comenzar la escalada en Voltregá aunque la faena sea complicada. Las blanquiazules perdieron solo dos partidos (Vilasana y Manlleu) y empataron otro (Gijón) y la última jornada tuvieron problemas para doblegar al Girona, el mismo rival que chafó el sábado pasado a las coruñesas con su victoria con un gol a 25 segundos para la bocina del partido.