El gallego Jorge Pena ha completado la hazaña de cruzar el océano Atlántico a remo tras 58 días, 18 horas y 49 minutos de travesía. A las 07,24 horas de ayer domingo -hora española-, Pena arribaba al puerto de la isla caribeña de Antigua y culminaba así la Talisker Whisky Atlantic Challenge, considerada una de las regatas más duras del mundo.

El gallego partió de la isla de La Gomera a mediados del mes de diciembre acompañado de Jesús de la Torre, que forma junto a Pena el Team Remolón, que rema a favor de una causa solidaria, la asociación Cris contra el cáncer. Sin embargo, a los pocos días de iniciar la aventura, De la Torre tuvo que abandonar la prueba por problemas de salud.

Su despedida se convirtió en un doble contratiempo para Pena que, además de tener que afrontar el resto del viaje en solitario, debía hacerlo con una embarcación preparada para dos personas, cargada con 200 kilos extra de los que llevaría en caso de ser individual.

Esto, sumado a una de las ediciones más difíciles de la Talisker en cuanto a condiciones climatológicas, hizo que Pena atravesase momentos muy complicados en el apartado físico a lo largo de los 60 de días de viaje, en los que ha perdido 10 kilos de peso.

Pena llegó a enfrentarse a olas de hasta siete metros y vientos de entre 35 y 40 nudos a lo largo de las 3.000 millas que separan La Gomera de Antigua, donde este domingo le esperaban su mujer y su hija.

La rutina del remero gallego -arquitecto de profesión y afincado en Sada- en los últimos 58 días consistía en remar en sesiones de seis horas, descansar durante tres o cuatro horas, y volver a empuñar las palas otras seis horas.

Además de los temporales y el cansancio, Jorge Pena también ha tenido que sortear otro problema, la soledad, que ha combatido al estilo de Tom Hanks en la película Náufrago.

"Jorge tenía en la embarcación un peluche de un pulpo que le regaló su mujer. Y con él hablaba", ha indicado José Cigarrán, conductor del programa televisivo Mundo Náutica y que mantuvo contacto con el remero gallego durante la travesía.

Sin embargo, Pena también tuvo que afrontar otro tipo de compañía que no le hizo tanta gracia, como un tiburón que rondó el Remolón -su embarcación- durante un par de días.

Así las cosas, luego de 3.000 millas, casi 60 días y diez kilos más delgado, Jorge Pena se convirtió ayer, 11 de febrero de 2018, en el primer español en cruzar en solitario el océano Atlántico.