Fernando Romay (A Coruña, 23 de septiembre de 1959) hizo una visita relámpago a su ciudad para grabar un anuncio de Leyma Natura, pero esta no es la principal actividad de su vida. "Hago muchas cosas muy divertidas y de vez en cuando salen proyectos como este, en A Coruña, de un patrocinador de baloncesto de aquí y no puedes decir que no. Además cada día me busco más motivos para venir".

- Sigue normalmente al Básquet Coruña?

-Sí. Están haciendo un buen trabajo en liga, pero lo que me encanta es la labor con la cantera. Es un referente en el baloncesto coruñés y están formando a cantidad de chicos y chicas que se están apasionando con el baloncesto. Y esto lo compruebo todos los veranos en el campus Díaz Miguel que organizo. Vienen muchos jugadores desde aquí con una predisposición y un ánimo importante.

- En sus temporadas en la ACB coincidió con Gustavo Aranzana, ¿qué puede decir del vallisoletano?

-Es un técnico de un nivel excelente. Y me encanta que tenga la valentía de no sentirse solo técnico de ACB sino también entrenador de baloncesto. No sé si Gustavo estará de acuerdo conmigo, pero yo creo que el baloncesto ha mejorado conforme ha progresado la base. Pero hay que conseguir que no todo empiece y acabe en la ACB. La LEB Oro es una liga que debe tener su identidad y que entrenadores como Gustavo se sientan entrenadores de baloncesto y no sólo de ACB es importante porque abrirá el abanico y dará interés a otras ligas.

- Cuando llegó a A Coruña, Aranzana aseguró que el Leyma podría ser un camino para volver a la ACB, ¿está preparada la ciudad para la máxima categoría?

-¿Está la ACB preparada para que entren equipos nuevos? La ciudad está más que preparada, igual que cuando el Liceo comenzó a ser un equipazo; y cuando el Dépor pasó de equipo ascensor a ser el Súper Dépor. La ciudad está preparada para tener calidad y la gente se volcaría con ella. Pero lo que no tengo claro es que la ACB esté preparada para equipos como el Leyma. Lo que sí existe es la necesidad de recibir equipos de nuevo cuño. Le truncaron el ascenso cuatro años al San Pablo Burgos, y el gran éxito de este año es su afición, son el orgullo de la liga. Espero que esto les abra los ojos al hecho de que es bueno que entre savia nueva. Que haya 20 ó 25 equipos con sentimiento de ACB es importante.

- Desde fuera da la sensación de que la ACB y la LEB Oro son competiciones inconexas.

-Sí. Esa es una de las cosas que hay que cambiar. Hay que hacer accesible al baloncesto dándolo en abierto y buscarle una identidad en un mundo en el que manda el imperio del hashtag. Tienes que hacer los tuyos basados en una identidad, los ficticios no valen. Se me ocurre un ejemplo: En las categorías inferiores de la selección se han conseguido cantidad de éxitos y esa gente se pierde, no se sabe donde están. Pues su nicho tenía que ser la LEB, que sea la liga del jugador español porque en la ACB los nacionales son rara avis. Si se quiere ver baloncesto en abierto, que sea la LEB; baloncesto con mayúsculas, la LEB...

- Con catorce años se fue a Madrid sin sus padres. Con la perspectiva de los años, ¿qué aconsejaría a las familias que están en esa situación de mandar o no a sus hijos solos a labrarse un futuro en el deporte?

-Yo les diría que se lo piensen, que sepan que no es todo oro ni todo son tinieblas. Su hijo lo va a pasar mal lejos de su familia pero también va a vivir una situación alucinante. Además todo ha cambiado. Yo me fui a una pensión y ahora los chicos están muy bien atendidos. Pero a mí que nadie me quite esas vivencias increíbles.

- Con los éxitos de Carolina Marín aumentó la práctica del bádminton, ¿el efecto Marín del básquet fue la España de 1984?

-Sí. Pero esa Carolina Marín fue refrendada por la España del 2000 y por los júnior de Lisboa. Somos artistas en lo épico. ¡Ahora un tío de Ceuta consigue la medalla en unos Juegos de invierno! Nos falta aprovecharnos de lo épico para hacer normal lo insólito. La selección sin los NBA, ni los Euroliga gana a Eslovenia y Montenegro y somos incapaces de sentirnos orgullosos.

- ¿Qué echa de menos de A Coruña?

-Lo mío fue una ruptura brusca y echo de menos esa gente que conocía entonces, echo de menos vivir aquí pero la naturaleza es sabia y ha hecho que mi hijo se venga, así que tengo un motivo muy importante para volver.

- Muchos jugadores extranjeros adoran la ciudad aunque vengan de grandes lugares de Estados Unidos, ¿por qué?

-Porque es muy vivible. Ya les gustaría en Estados Unidos tener una ciudad como A Coruña. Tienen Nueva York, pero les falta A Coruña para ser el paraíso.

- Tiene cuentas en Twitter, Facebook e Instagram, ¿es de los que está todo el día en internet?

-No, soy de los que utilizan muy mal sus cuentas. Si me apetece poner algo lo subo y luego me arrepiento, o no lo pongo y también me arrepiento. Voy a impulsos.