Enero ya ha pasado y Sergi Miras (Bacelona, 1986) vuelve a ser el mismo. Jugó varios partidos afectado por una fuerte gripe que lo tuvo una semana en la cama. "Si Juan Copa me pide que vaya y vuelva a la Torre de Hércules, lo hago", dice. Todo por ayudar al equipo. Lo hizo en Caldes con una actuación decisiva, dos goles y una asistencia,Caldes que permite al Liceo ser líder a la espera del partido que aplazó el Barcelona la semana pasada, circunstancia, por cierto, muy criticada por el jugador catalán. El sábado volverá a Lisboa sin nada que demostrar y el único objetivo de conseguir la primera plaza y centrarse ya en la visita del Barça en "un partido clave para la liga", por lo que pide la ayuda de la afición: "Sé que será una hora complicada pero aunque nosotros lo daremos todo, vamos a necesitar un plus más".

-El de Caldes era el primer partido tras la Copa del Rey. ¿Salieron reforzados pese a la derrota en la final?

-El Liceo hacía 14 años que no disputaba una final de la Copa del Rey, así que el objetivo lo cumplimos. Pero nosotros queríamos ganar el partido, más viendo cómo fue. Hicimos un gran partido pero los pequeños detalles, como la bola parada y un gran portero que tiene el Barcelona, que está en un gran estado de forma, hizo que no pudiésemos conseguir el título. Pero el equipo salió reforzado. Sí es verdad que quizás en Caldes, sobre todo en la primera parte, notamos un poco el cansancio. Pero el equipo no pone excusas. Nosotros no aplazamos partidos ni dejamos jugadores en la grada como hacen otros -el Barcelona tenía que jugar contra el Girona pero lo aplazó al sábado y jugó en su lugar un partido europeo instrascendente ante el Montreux y alineó a tres canteranos-. Juan Copa no puede hacer eso. Nosotros fuimos todos a Caldes, tuvimos que jugar. Si hay cansancio hay que saber jugar de otra manera, siendo inteligentes. Por lo menos no aplazamos partidos.

-En la Copa marcó un penalti, contra el Caldes otro... ¿cómo de frustrante es para un especialista que no entre ni uno?

-Este año ha sido complicado en ese sentido pero yo estaba tranquilo porque a bola parada suelen tener problemas todos los equipos. Sí que es cierto que nunca me había visto en esta situación. Desde que entraron las normas nuevas en el 2009 había tenido muy buenos porcentajes y este año no estoy tan efectivo. A veces es cosa de rachas. Es cuestión de trabajar. Últimamente ando un poco mejor, pero hay que seguir trabajando. Es nuestro talón de Aquiles. A saber cuántos goles llevaríamos si nos hubiese entrado la bola parada. Suerte que también tenemos un gran portero que nos ayuda. Cuando tú no aciertas, él las para. Tenemos que seguir mejorando porque vienen cosas muy bonitas. Quedan nueve jornadas de liga y también está la Champions.

-¿Juega un papel decisivo el aspecto psicológico?

-La técnica es la misma y la forma de concentrarme también. Siempre voy con la misma confianza. Pero ahora en el hockey hay mucho estudio, se miran muchos vídeos, los porteros son cada vez más buenos y las porterías se hacen muy pequeñas. Estoy contento por meter el del Caldes del otro día porque nos ayudó a empatar en un momento que se nos estaba complicando el partido. Fue clave.

-El sábado vuelve a Lisboa. ¿Algo que demostrar?

-Allí demostré la clase de jugador que soy e hice una gran temporada. Lo que pasa es que hubo asuntos casi extradeportivos que hicieron que la temporada no fuese como estaba previsto. Con 32 años no creo que tenga que demostrar nada. Lo único que quiero es pasar como primeros de grupo. Hay que ganar o empatar. Vamos a ver qué propone el Sporting porque aquí solo vino a defenderse y tener posesiones largas, incluso sus mejores jugadores ofensivos jugaron pocos minutos. Ahora juegan en casa y si quieren ser primeros tienen que ganar, así que vamos a ver qué proponen. Nosotros tenemos que jugar como sabemos pero con inteligencia.

-¿Sin especular para escoger un rival u otro en cuartos?

-Queremos quedar primeros porque creemos que lo merecemos porque hemos hecho una buena fase de grupos. No le doy mucha importancia al hecho de jugar en casa la vuelta y el nivel del Reus, Oliveirense y Viareggio es muy parecido. Tendremos que hacer grandes partidos para llegar a la final a cuatro. El rival nos da igual.

-¿Es difícil no pensar en el partido contra el Barça?

-Claro que es difícil. Aprovecho para animar a la gente a que venga porque estamos haciendo una gran temporada. Sé que es una hora complicada, pero a ver si nos pueden venir a animar porque contra el Barcelona necesitamos un plus más. El equipo lo dará todo pero si podemos tener el apoyo de la grada animándonos... será un partido clave para la liga. A ver si entre todos podemos conseguir los tres puntos.

-Martes y 13... ¿buena fecha para romper el gafe?

-No soy supersticioso... pero a lo mejor es el día perfecto para que todo salga perfecto, que tengamos más suerte y consigamos los tres puntos. En casa estamos muy fuertes y tenemos que seguir con la ambición de ir a por la liga.

-¿Les da la sensación de que se juegan mucho en solo un mes?

-Tenemos un calendario exigente. Tuvimos Caldes, vamos a Portugal, luego viene el Barcelona y cerramos en Girona. La plantilla es larga, somos profesionales y no hay excusas. Estamos capacitados para jugar sábado y martes, da tiempo para recuperar bien. Y si el martes estás cansado, levantas la mano y que entre un compañero. Entre todos lo conseguiremos.

-¿Cómo ha cambiado desde su primera etapa en A Coruña?

-La primera vez llegué con 23 años y fue muy importante. Llegué a un equipo plagado de jugadores importantes y para mí fue dar un salto a la elite. Teníamos un equipazo. Me fue muy bien para aprender de ellos y coger experiencia de jugar partidos importantes. También fue un buen escaparate y di un impulso a mi carrera. En esta segunda etapa yo me encuentro muy bien. Tras un mes de enero difícil por la gripe vuelvo a estar a mi nivel tanto físico como de cabeza y confianza. En la Copa me encontré muy bien. El Miras de ahora es más maduro. Soy padre, estoy más tranquilo y siempre en casa con la familia. Es diferente. Cuando llegué con 23 era la primera vez que salía de casa y ahora ya sabía a la ciudad que venía, el club... todo es más fácil.