Campeona de liga con el CRAT (2015), dos veces campeona de Europa con la selección española (201y y 2018) y mundialista en 2017. El palmarés de Mónica Castelo (A Coruña, 1987) habla por sí solo, pero ella lo tiene claro. Lo mejor fue el título liguero con su gente de siempre. Una sensación única e irrepetible.

- Dos veces campeona de Europa de rugby. ¿Cómo lo valora?

-Por un lado estamos muy contentas porque el equipo era totalmente nuevo y conseguimos revalidar el título. Pero el nivel de la competición te deja una sensación agridulce porque no participan las grandes selecciones, como Inglaterra o Francia, las del Seis Naciones Si se sigue así las selecciones más pequeñas de Europa no conseguirán crecer. Si jugáramos más contra ellas tendríamos más partidos de nivel y mejoraríamos. Yo entiendo que a ellas no les compense. Los primeros del Seis Naciones tienen plazas fijas para el Mundial. Nosotras, sin embargo, tenemos que ganar el Europeo y después optar a una repesca.

- Ya estuvo en el Mundial de 2017, ¿aguantará hasta 2021?

-Aún quedan tres años y sinceramente, con 33 ya no me veo. Me gustaría, pero cuando se acerque la fecha veré. Si cuando falte un año me veo con posibilidades, iré a por todas. Dependerá de muchos factores. El hecho de no ser profesional influye mucho. Dependo de mi trabajo. Ahora para ir al Campeonato de Europa aproveché mis vacaciones. Pero solo tengo un mes de vacaciones al año y no podré ir a todo. Y al trabajo no puedo renunciar porque de algo tengo que vivir. Parece que hay que elegir entre jugar un Mundial o trabajar.

- Otras jugadoras ya le han contestado. ¿Qué le diría usted a Sergio Busquets por quejarse del calendario?

-Entiendo que Busquets juegue a un deporte que es seguido por mucha gente y en un equipo que también. Pero, por ejemplo, en un Mundial de rugby jugamos un partido cada cuatro días y no nos hemos muerto. Y eso que el rugby desgasta mucho más. Y en cuanto a los viajes con el CRAT... tenemos suerte si llegamos el día antes. A Madrid y al País Vasco vamos en autobús en el día y volvemos de madrugada. Yo al día siguiente me levanto a las seis para ir a trabajar.

- Por no hablar del problema de las instalaciones.

-Es un tema que va para largo. Cada día en un sitio diferente, somos el único equipo que no tenemos a favor el factor campo. Yo no entiendo que haya tantas facilidades para los equipos de fútbol y para uno que hay de rugby, que no disponga de un campo para entrenar a unas horas decentes. Lo hacemos de diez a doce de la noche. Yo me levanto a las seis para trabajar... a mí me pasa factura. Los días después de entrenar no soy persona.

- Subcampeona de División de Honor con el CRAT el año pasado, ¿tienen muy difícil repetir puesto en este curso?

-Lo del año pasado no me lo creía. No me esperaba estar en la final y demostramos que con trabajo, se puede. Pero fue duro perder de la forma en la que lo hicimos, por un punto y al final. De todo se aprende. Este año está difícil. Matemáticamente es posible pero está muy complicado.

- ¿Lo volverán a intentar?

-Yo no me quiero retirar sin ganar otro título con el CRAT. Ganar con tu equipo, con tu gente de siempre, es una sensación única e irrepetible. Las llevaré a todas siempre en mi corazón. Jugar el Mundial fue una experiencia única, pero ganar la liga en 2015 fue la más alegre del todas.

- Y eso que su incursión en el rugby llegó por casualidad.

-Yo venía del remo. Ni conocía el rugby, solo sabía que el balón era ovalado. Me acuerdo perfectamente que después del último partido de la primera liga que jugué se me acercó Berta (García) y me dijo que había encontrado mi sitio. Y es verdad. Después de diez años, el rugby ha cambiado mi vida. Si volviera para atrás, empezaría a jugar antes. En vez de con 20, con 10.

- ¿Quiénes han sido las compañeras que más le han marcado en todo este tiempo?

-Vanesa (Rial) y Alevín (Paula Medín) -olímpicas en Río 2016-. Vanesa es una jugadoraza, de las más completas que hubo, hay y habrá. De Alevín me impresiona su tesón, su capacidad y sacrificio para volver a levantarse después de cada una de sus lesiones.