En un segundo casi no da tiempo ni a pestañear. Ese mismo tiempo, el que faltaba par que sonara la bocina, a Sergi Miras le llegó para tirar a portería desde el centro de la pista y marcar para desatar el delirio. Y a los árbitros para estar completamente seguros de que entre un batiburrillo de jugadores la bola, que tocó el palo porque el sonido reverberó en el boquiabierto Palacio de los Deportes de Riazor, no dio en nadie más y que por tanto, el gol que daba la catártica victoria al Liceo sobre el Barcelona, quedaba anulado y el combate, en tablas. Un punto para cada equipo. La vida sigue igual. O casi. Porque primeros siguen los azulgrana y segundos a dos puntos los coruñeses. Pero el Reus se frotó ayer las manos, ya a tres y uno de sus rivales y con duelo directo ante ambos.

Otra polémica arbitral en un partido entre verdiblancos y culés y van... ya se pierde la cuenta. Y siempre, y en este orden, en contra y a favor de los mismos. La jugada es dificilísima de valorar ni con repeticiones. ¿Da o no da en Sergi Fernández? Si la bola entra directa sin tocar en ningún rival, no es gol. No es el caso porque da en el palo. Tampoco es suficiente porque se introdujo esta temporada una modificación en el reglamento que especifica que no llega con que rebote en el palo, que tiene que dar a un jugador. El debate es si después de chocar contra el palo, lo hace también en el portero culé. A continuación reproducimos un vídeo que recoge la jugada de la polémica decisión arbitral en el Liceo-Barça.

El Barcelona protestó. Los árbitros recularon. Apreciaciones aparte tuvieron que tenerlo muy claro para anular ese gol y sobre todo, en ese contexto. Aunque la pregunta es que hubiesen pitado si la jugada hubiese sido al revés y en el Palau.

El partido no se puede analizar sin esa polémica acción final. Imposible. Cincuenta minutos juzgados por un segundo. Antes había pasado de todo. El Liceo siempre fue por detrás en el marcador. Con poca suerte. Tanto que hasta se marcó un autogol. Por eso lo que consiguió Sergi Miras era tan catártico. Quitarse las meigas de encima. Los verdiblancos salieron motivados, a veces de más, a por todas. Respondieron a cada golpe. Malián paró dos directas. Hubo tanganas entre jugadores. Azules. Mucha tensión y un ritmo de juego altísimo, aunque siempre con los de casa como los más incisivos, finalizando cada jugada, insistiendo hasta decir basta.

Desde el inicio llegaron los primeros encontronazos. También las primeras ocasiones, como un pase atrás de Carballeira a Torres que este tiró alto. El pichichi coruñés fue el protagonista también de la primera tangana. Por lo menos la inició. En una bola disputada, empujó con el codo al jugador del Barça. Vio azul. En las protestas posteriores, pelea grupal que terminó con otras dos azules, una para Eduard Lamas y otra para Pascual. Pablo Álvarez se enfrentó a Malián en una falta directa. El meta local se impuso al exdelantero verdiblanco. Gritó, se puso en pie. Se ganó la primera gran ovación de la noche.

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El Liceo, con polémica y sin liderato

Al Liceo le quedaban dos minutos en inferioridad. Pese a eso pudo marcar Miras a la contra. Respondió Barroso con un disparo a la escuadra. 0-1. No tardó en llegar la contrarrespuesta. Miras, con un tiro sutil, colocado, envenenado. 1-1. El partido volvía a estar como al inicio. Con la diferencia que los ánimos se habían calmado y el Liceo dejó que fuera su juego el que hablara por él mismo. Los verdiblancos tenían al Barça a su merced. Un acoso y derribo que tuvo varias contras para haber premiado a los de casa. Sobre todo con la que acabó el primer tiempo de Carballeira. A lo Messi. Cuando el canterano cayó al suelo, fue pisado y golpeado con el stick por Pascual. Los árbitros no vieron nada y eso que uno de ellos también salió mal parado.

Lo que pasó tras el descanso dejó helado al Palacio. En una jugada sin peligro, Eduard Lamas introdujo la bola en su portería al encontrarse con un rechace. Como en la primera parte la reacción fue instantánea. Carlo di Benedetto con un disparo desde el medio del área obró el 2-2. Delirio. Era el sexto gol el francés al Barcelona desde que llegó la temporada pasada al Liceo. y aún tuvo otra, con un remate acrobático en su posición de palomero. El Barcelona despertó en ataque hacia el final. En defensa se apañaba sin faltas. Solo un par en la segunda parte. Malián tuvo que sacarse unas cuantas del repertorio como en la directa a de Lucas Ordóñez . Ignacio Alabart, en casa pero visitante, tuvo dos oportunidades claras. Al Liceo se le estaba apagando el fuelle. Pero no el corazón. A falta de 1.52 Copa pidió el último tiempo muerto. 112 segundos para intentar jugársela. Con todo. Y se quedaron sin alma.

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Liceo-Barça: De la eurofia a la indignación

El público que abarrotó el Palacio de los Deportes de Riazor para el duelo Liceo-Barça pasó de la eurofia a la indignación tras la polémica decisión arbitral en el último suspiro del encuentro.