El mismo Comité de Competición y Disciplina Deportiva que castiga a Mon Fernández estima en segunda instancia "proceder al archivo de lo actuado por la acción de los aficionados al no saber la pertenencia del club de los mismos". En el partido, pese a la polémica final, discurrió sin ningún tipo de incidentes. La grada, con prácticamente cuatro mil espectadores, apoyó en todo momento a su equipo, aunque hubo algún lanzamiento de objetos a la pista tras la anulación del gol de Sergi Miras sobre la bocina.