Rafa Nadal se clasificó ayer para su duodécima final del Masters 1000 de Montecarlo al superar al búlgaro Grigor Dimitrov en dos sets (6-4 y 6-1). El español buscará hoy su undécimo título en Montecarlo ante el japonés Kei Nishikori, que sorprendió en la segunda semifinal al alemán Alexander Zverev por 3-6, 6-3 y 6-4. El diez veces ganador de Roland Garros debe ganar el torneo monegasco si quiere conservar el número 1 del mundo, amenazado por el suizo Roger Federer.

El pulso entre Nadal y Dimitrov duró una hora, hasta el 5-4 en el primer set. Dos dobles faltas al servicio costaron caro al búlgaro, que hasta el momento se había mostrado capaz de poner en dificultades al español. La segunda manga fue un paseo triunfal para Nadal, que se benefició además de los problemas físicos en la espalda de Dimitrov.

Un día después de su exhibición ante el austríaco Dominic Thiem (6-0 y 6-2), el mallorquín dio una prueba más del buen estado de forma en que regresó a las canchas tras la Copa Davis ante Alemania. "Vuelvo de lesión, así que estar en la final aquí, regresar a este nivel, es genial", se alegró.

Nadal empieza así su idilio en la tierra batida, donde lleva 34 sets consecutivos, en una serie que comenzó tras la derrota en Roma la temporada pasada ante Thiem. Nadal se coronó en el Principado entre 2005 y 2012, y después en 2016 y 2017. En caso de ganar hoy la final de Montecarlo sumará su Masters 1000 número 31.

Frente a Nadal estará un Kei Nishikori que confirma poco a poco su recuperación, como atestigua su triunfo sobre el cuarto jugador mundial, Alexander Zverev, un día después de que el jugador asiático derribara al tercero, el croata Marin Cilic. Nishikori fue el 4 del mundo, pero cayó al puesto 36 tras problemas físicos de los últimos meses.

Tres finales perdidas

El jugador nipón está viviendo en Montecarlo su mejor semana desde su regreso al circuito hace tan solo dos meses, después de una lesión en la muñeca derecha, que le obligó a estar de baja cinco meses, entre agosto de 2017 y el pasado mes de enero de 2018.

Nishikori, que la próxima semana tiene ya seguro acercarse a las puertas del top 20, disputará la cuarta final de su carrera en un Masters 1000. Las tres primeras, en Madrid en 2014 y en Miami y Canadá en 2016, no le sonrieron. En la de Madrid hace cuatro años Nishikori perdió contra Nadal.

La última victoria del japonés sobre Nadal fue en el partido por el bronce en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016, pero sobre tierra batida nunca ha conseguido derrotar a la estrella española.

"Estoy convencido de que hay alguna manera para vencerle. Pero es verdad que viéndole esta semana parece un poco difícil", admitió Kei Nishikori.