Siete puntos, con 15 en juego, son un mundo y más cuando el rival es un Barcelona que solo ha perdido un partido en toda la temporada. Pero es la distancia que ahora mismo separa al Liceo de los culés, que ayer vencieron por 8-2 al Lloret, si no le pone remedio esta mañana en su enfrentamiento contra el Alcoy (Palacio de los Deportes de Riazor, 12.30 horas). Si los verdiblancos ganan, volverán a situar el listón en los cuatro puntos que, aunque todavía exigen un milagro, son más asequibles. Todo lo que no sea la victoria, supone una virtual despedida del título de la OK Liga por más que vayan a mantener la esperanza hasta que las matemáticas digan lo contrario. Un empate, una derrota, son insuficientes y además pondrían en peligro el subcampeonato ya que el Reus, que ayer venció al Girona (3-5) y le pisa los talones a un punto.

La presión está en el tejado coruñés, pero el Liceo, un club habituado a luchar por todos los títulos en juego, ya está acostumbrado a ella. Vuelve a casa un mes después. No juega en el Palacio desde el pasado 24 de marzo, cuando ganó cómodamente al Reus en la ida de los cuartos de final de la Liga Europea, ventaja que después dilapidó en la vuelta. Es más, sus últimos tres partidos han sido contra el conjunto tarraconense, dos de la competición continental y la semana pasada uno liguero, que finalizó con empate a seis goles. Por fin cambia de rival, un Alcoy que lleva una gran temporada -es décimo- pero que suele ser más peligroso en su propio feudo y que solo ha ganado tres partidos lejos de casa (Palafrugell, Arenys de Munt y Vendrell). Allí ya lo sufrió el Liceo, que no pudo relajarse en ningún momento del encuentro en el que acabó imponiéndose por 3-4. Un aviso para hoy.

Uno de los armas con las que contará Juan Copa es el francés Carlo di Benedetto. Es uno de sus hombres más en forma, ya segundo en la lista de goleadores del equipo con 20 tantos. El equipo ha necesitado su aportación ya que el pichichi, David Torres (22), lleva cuatro partidos en blanco. Di Benedetto anotó tres frente al Reus y se mostró efectivo en las faltas directas. Delante tendrá a un entrenador, sin embargo, que lo conoce bien ya que Sergi Punset ya lo dirigió cuando ambos coincidieron en Francia. El peligro del Alcoy se llama Maxi Oruste, es argentino y lleva 26 goles en su cuenta particular. Le siguen Matías Baieli (19) y el veterano Pere Cañellas (10).