El Chelsea se clasificó para la final de la Copa de Inglaterra, donde se medirá el 19 de mayo al Manchester United, gracias a su victoria por 2-0 sobre el Southampton en la segunda semifinal, ayer en Wembley.

Los blues de Antonio Conte abrieron el marcador por medio de Giroud (minuto 46), tras dos regates en el área rival antes de encontrar la posición de disparo. Álvaro Morata, poco después de entrar en el partido en lugar de Giroud, amplió la cuenta con un gol de cabeza (82) a pase de Azpilicueta.

Después de ser campeón de la Premier League la pasada campaña, el actual curso no ha traído fortuna al Chelsea, que nunca ha estado en una situación de poder pelear realmente por revalidar su corona nacional, que ya le arrebató matemáticamente el Mánchester City.

En la clasificación de la liga, el Chelsea es quinto a cinco puntos del cuarto (Tottenham), por lo que tiene complicado poder estar en el Top 4 y clasificarse para la Liga de Campeones.

La Copa de Inglaterra se presenta como la gran ocasión de terminar el año con un título y poder salvar el honor tras unos meses complicados en Stamford Bridge. El Chelsea aspirará a su octavo título en la FA Cup.