El Liceo perdió ayer una oportunidad de reducir la desventaja de puntos que le separa del Girona, que marca la línea de la salvación en la OK Liga femenina, de siete a cuatro puntos. Las verdiblancas perdieron por 3-1 en su visita al Cerdanyola, por lo que el botín sigue intacto para el conjunto gerundés, que no obstante tiene un partido más. Al conjunto coruñés le quedan cinco (Reus, Manlleu, Girona, Sferic y Voltregá) hasta el final del curso, es decir, le quedan quince en juego y tiene que remontar siete. Esas serán sus cuentas hasta que las matemáticas dicten su sentencia.

Las pupilas de Stanis García saltaron a la pista sabiendo que el Girona había perdido el día anterior. En la primera parte mantuvieron el tipo. Se adelantaron las locales, por medio de Andrea Massons, pero ellas seguían en el partido. Tanto que al inicio de la segunda mitad Lucía Paz firmó el empate. Las verdiblancas no pudieron aprovechar su ocasión a bola parada y finalmente lo pagaron. Gemma Solé y Andrea Massons de nuevo marcaron y sentenciaron el duelo a favor de las locales y en contra de las coruñesas.