El Madrid dio un paso importante para jugar la final de la Liga de Campeones tras imponerse al Bayern de Múnich (1-2) en la ida de semifinales gracias a los goles de Marcelo y Marco Asensio, que sirvieron para dar la vuelta el tanto inicial de Kimmich, y acercar al vigente campeón de Europa a la pelea por su tercer entorchado consecutivo.

Los futbolistas de Zidane compraron ayer en Múnich medio billete para Kiev. Y lo hicieron ganando en uno de sus estadios favoritos: el Allianz Arena. Mucho han cambiado las cosas para los merengues, cuyas visitas a Baviera siempre eran duras y dolorosas. Ayer, por tercera vez consecutiva (2014, 2017 y 2018), el Madrid se autoimpuso la corona.

Lo hizo en uno de los campos más exigentes de Europa y después de empezar perdiendo ante la versión más ofensiva del Bayern. El veterano Jupp Heynckes puso toda la carne en el asador y se decidió por los cinco jugadores más ofensivos, aunque pronto se rompió su apuesta con la lesión de Robben, dejando a Ribery como principal estilete.

El francés fue el mejor de un Bayern que gozó de buenas ocasiones al comienzo. Los germanos pidieron penalti a los cuatro minutos en una posible mano de Carvajal y se adelantaron a la media hora con un disparo de Kimmich desde el costado derecho. El balón filtrado por James, que hizo un notable partido ante sus excompañeros, lo aprovechó a la perfección el carrilero muniqués.

Sobre todo porque su decisión fue pegar el cuero al palo corto y confundió a Keylor Navas, que esperaba un centro a todas luces. Fue entonces el mejor momento del campeón alemán, perdonando incluso el segundo gol de la noche en un mal control de Ribery. El internacional francés estaba solo para embocar al portero blanco desde el corazón del rea.

Sin embargo, y después de merecer más el Bayern llegó el oportunismo del campeón de Europa después de que Marcelo añadiese más logros a su carrera como mejor lateral del Madrid y no solo en la última década. Incluso para muchos ya ha derribado el mito que dejó Roberto Carlos. No solo por su corrección en defensa, sino por su capacidad en ataque.

El brasileño la enganchó desde fuera del área y batió a Ullreich ajustando el punto de mira a la base del poste. El gol fue una vida extra para los madridistas, que se encontraron con el 1-1 cuando lo más justo hubiese sido una renta superior para los de casa, muy superiores hasta ese momento. Un empate que hizo reaccionar a Zidane en el segundo asalto para ganar más control en el medio.

El poderío de Thiago Alcántara hizo sufrir a la sala de máquinas del Madrid, algo desubicada sin la presencia de otro jugador de banda que ayudase en la confección o apareciese para dar apoyos a Cristiano, que jugó de nueve puro y tuvo poca participación. De hecho, el portugués terminó sin marcar después de 12 partidos consecutivos.

En la segunda parte, el ideario muniqués mantuvo las mismas constantes aunque tuviese enfrente a Marco Asensio, que sustituyó al lesionado Isco. El talento mallorquín, el duende balear, el jugador más desequilibrante -y más joven- del Viejo Continente fue quién marcó el 1-2 después de otra nueva intentona de los locales. Sobre todo en un remate que nunca llegó de Muller.

Fue el momento de la confusión tras un error de Rafinha que aprovechó Lucas Vázquez. El atacante gallego le sirvió en bandeja el balón a su compañero y éste, después de levantar la cabeza como hacen los buenos, la posó en el fondo de las mallas ante la incredulidad del meta alemán. El tanto daba una victoria a los blancos, que tiraron de su habitual sello en la Champions.

La imagen, la marca de un equipo que es el más peligroso de esta competición aunque dé la sensación de estar muerto. De hecho, es ahí cuando el doce veces campeón de Europa saca los colmillos. Para añadir más sudor al trabajo del Madrid destacaron las dos paradas de Navas en la segunda mitad para enjugar su error en el 1-0.

El portero costarricense fue vital para frenar a Ribery y también a Lewandowski, más desaparecido que de costumbre. Benzema, que dio refresco en la parte final del choque, pudo haber marcado el tercero en una gran acción personal, pero nada cambió y el Madrid defenderá el 1-2 en el Bernabéu el próximo martes.