No por esperado, el anuncio del adiós de Andrés Iniesta al Barcelona fue menos emotivo. El manchego soltó alguna lágrima y dejó perlas que demuestran su calidad humana. "Me voy porque ya no podría dar lo mejor de mí", explicó Iniesta, llevando la contraria a gran parte de la gente del fútbol, que ha destacado el gran nivel del centrocampista en los últimos partidos, especialmente en la final de Copa. Sin dar pistas sobre su futuro, que podría pasar por la liga china, Iniesta dejó una sentencia que también pondría de acuerdo a todo el mundo: "Me gustaría ser recordado como un gran futbolista y como una gran persona".

Iniesta firmó hace unos meses un contrato vitalicio con el Barça, con una cláusula por la que se desvincularía del club al final de cada temporada, siempre que lo comunicase antes del 30 de abril. Ayer, día 27, llegó el momento, rodeado de su familia y de la mayoría de sus compañeros. Quiso que fuera un acto sencillo, sin estridencias y sin un discuros escrito. Tardó muy poco en quebrársele la voz y aparecer las primeras lágrimas, tras las que sacó fuerzas para explicar el por qué de la decisión.

"Es una decisión muy meditada a nivel interno y familiar. Tras 22 años aquí sé lo que significa ser jugador de este equipo", hiló con dificultad. Y añadió: "Para mí el mejor del mundo. Sé lo que significa la exigencia de jugar año tras año, sé lo que es ser capitán de este club? Y siendo honesto conmigo mismo y con el Barça, que me lo ha dado todo, entiendo que mi etapa acaba este año por el simple hecho de que este club, que me acogió con 12 años, se merece lo mejor de mí como he hecho hasta ahora. En el futuro más cercano no podría darle lo mejor de mí tanto en lo físico como en lo mental".

A Iniesta se le agolpaban los recuerdos mirando a sus padres: "Vine con 12 años, dejé a mi familia porque entre ceja y ceja tenía el triunfar aquí. Costó un poco, pero no me importó porque mi único deseo era ese", explicó. "El Barça y yo nos lo hemos dado todo. Estoy aquí y me siento orgulloso, en paz conmigo mismo. Mi único objetivo era triunfar aquí y lo he conseguido. No hay nada que me haga más feliz".

Iniesta está convencido de que el Barça seguirá siendo competitivo sin él: "Se queda gente de la casa como Busi, Piqué, Sergi Roberto y otros con mucho tiempo como Rakitic y Alba? Están capacitados para continuar con este legado. El Barça seguirá jugando bien y ganando". Reconoció que le gustaría seguir siendo parte de ese vestuario, pero insistió: "Es mi momento. No quiero engañarme ni engañar. Cumpliré 34 años y me he exprimido al máximo, me he dejado el alma por el equipo y el club. Me conozco y de aquí en adelante todo iba a costar más. No me perdonaría vivir ninguna situación incómoda en el club. No la merezco y el Barça tampoco".

Tuvo unas palabras para Leo Messi, que no pudo acudir al acto por "asuntos personales", al igual que Luis Suárez, según el club: "Para mí ha sido y sigue siendo un honor y un privilegio compartir equipo con él, día a día, tantos momentos mágicos porque no hay otro como él. Veo muy difícil que lo haya. Siempre he dicho que Leo es una parte fundamental para que este equipo opte a ganar títulos. Ha sido único y mágico".

Pese a que sus 16 años en el primer equipo están plagados de títulos (31, quizá 32 mañana con la Liga) y de momentos mágicos (el gol en Stamford Bridge que clasificó al Barça para la final de la Copa de Europa de 2009), Iniesta elige su debut, en un amistoso en Brujas en 2002: "Es mi mejor recuerdo".