Un equipo en OK Liga. Otro en OK Liga femenina. Y desde ayer, uno más en Primera División. A la espera de que las chicas confirmen la permanencia, el Liceo podría ser la próxima temporada el único club de España con representación en las tres máximas categorías nacionales. Porque ayer su filial confirmó esa ansiada plaza en Primera tras ganar la fase de ascenso que se disputó en el Palacio de los Deportes de Riazor. Tras imponerse el sábado a Areces y Burgos, los verdiblancos jugaron una final contra el Iruña. Y no le dieron ni una opción. Contundente e inapelable, el 10-3 que lucía el marcador después de los cincuenta minutos era el fiel reflejo de lo visto sobre la pista. Solo hubo un equipo y ese fue el Liceo. Adrián Candamio lideró la goleada con tres tantos secundado por los dos que aportaron Pablo Parga y Dani López mientras que completaron el marcador Mikel Abeal, Fabrizio Ciocale y Gus Lema. Un festival para sacar el champán y celebrar el tan ansiado ascenso que abre las puertas a la cantera.

Porque la buena salud del hockey sobre patines coruñés, y por ende gallego, siempre flojeaba de una pata en las últimas temporadas. Con un equipo en la elite -dos hasta hace dos años, con la breve pero ilusionante irrupción del CercedaCerceda- tanto masculina como femenina -también esta temporada pudieron ser dos, pero el Borbolla no reunió los apoyos necesariosBorbolla -, solo le faltaba la deuda de situar otro en la segunda categoría nacional que sirviera a los jugadores jóvenes de fogueo antes de dar el salto a la OK Liga. Desde el descenso del Dominicos en la temporada 2014-15, tanto el Compañía de María como el Liceo lo habían buscado, pero cedieron ante rivales asturianos y vascos.

Este parecía que sería el año. El nivel de los equipos clasificados para la fase de ascenso por parte de Asturias, Castilla y León y País Vasco no era el de las otras temporadas. Sin quitar méritos al Liceo. El candidato iba a salir de Galicia y los verdiblancos impusieron ahí su dominio. Ganaron la fase regular autonómica y la final a cuatro con pleno de triunfos frente a Compostela, Dominicos y Compañía de María. En la fase de ascenso, no obstante, tenían que demostrar su favoritismo. En una competición de estas características, cualquier error, cualquier despiste, te puede salir muy caro.

Le costó arrancar. El primer partido siempre es el más difícil, incluso más si es el que abre la competición. Contra el Areces, de hecho, los goles llegaron al final (1-5). Después se entonó contra el Burgos (15-1) y ayer, en el que parecía el partido más complicado, se lució de principio a fin. El equipo formado por Dani Menéndez y Diego García en la portería y Gus Lema, Mikel Abeal, Dani López, Pablo Parga, Diego Garea, Adrián Candamio, Carlos Alonso y Fabrizio Ciocale, dirigidos por Josep Lamas, Joan Grasas, Eduard Lamas y Arcadio García-Tizón, ya ha hecho historia. No es la primera vez que un filial liceísta alcanza la segunda categoría nacional e incluso, la elite. Ahora le queda lo más difícil. La confirmación en una Primera muy competitiva.