El Getafe ocupa ahora la séptima plaza que da acceso a jugar en Europa tras empatar 1-1 ante el Girona en un duelo marcado por la expulsión de Damián Suárez tras provocar un penalti que marcó Christian Stuani y por la pena máxima que erró Jorge Molina, la sexta que falla el cuadro madrileño durante este curso.

El que hace sólo unos meses era un duelo de Segunda División, por arte de magia, o más bien por el buen trabajo de dos equipos recién ascendidos, se convirtió en un encuentro por la séptima plaza de la máxima categoría del fútbol español. Nadie lo podía imaginar en verano, pero a falta de cuatro jornadas, esa era la realidad.

Los hombres de José Bordalás y los de Pablo Machín tenían en el Coliseum Alfonso Pérez un duelo a cara de perro para jugar en Europa la próxima temporada. Separados sólo por un punto y con el Sevilla en horas bajas, el que se llevara la victoria podía dar un salto importante en sus aspiraciones continentales.

Pero, a priori, el Getafe, parece no estar a gusto cuando se enfrenta al cuadro catalán. Perdió los dos partidos de la temporada pasada en Segunda División y también perdió en la primera vuelta con un gol del uruguayo Christian Stuani, que iba a ser protagonista de nuevo en el Coliseum.