La presencia del ciclista británico Chris Froome (Sky) será la gran atracción de la edición 101 del Giro de Italia, que da comienzo hoy en Jerusalén (Israel) y termina el 27 de mayo en Roma, aunque no lo será únicamente por su palmarés, sino por todo lo que acontece a su alrededor tras su caso positivo en la pasada Vuelta a España. Froome confirmó a finales de noviembre que acudiría a la corsa rosa para pelear por la victoria, pese a su cercanía con el Tour de Francia, donde tiene el objetivo de sumar su quinto triunfo. Semanas después, saltó su positivo por salbutamol durante la ronda española, que había ganado en septiembre, y a partir de ahí su nombre ha estado más en el centro de la atención por este tema.

El ganador de cinco grandes aún no ha recibido ninguna sanción por este asunto y su equipo tampoco procedió a apartarle o suspenderle, por lo que ha podido inscribirse para disputar un Giro donde parte como uno de los grandes favoritos junto al holandés Tom Dumoulin (Sunweb), ganador el año pasado y que confesó que él no habría tomado la salida si le pasase lo que a Froome, y el italiano Fabio Aru (UAE Team Emirates). Al británico, que no ha corrido demasiado en esta temporada, le favorece el recorrido, con mucha, y dura, montaña donde se maneja bien, y sólo 44 kilómetros de contrarreloj, repartidos en la inicial por equipos de 9,4 que abre una grande por primera vez fuera de Europa y la de más de 34 kilómetros al comienzo de la última semana.

Un logro histórico

Froome busca además encadenar el triplete -Tour-Vuelta-Giro-, un logro que en la historia del ciclismo sólo poseen dos mitos como el belga Eddy Merckx, que lo hizo entre 1972 y 1973, y el francés Bernard Hinault, que lo consiguió entre 1982 y 1983, aunque ambos en orden diferente (Giro-Tour-Vuelta). Para ello no contará con un equipo tan potente como lo habitual, pero sí con buenos escuderos como el colombiano Sergio Luis Henao, el holandés Wouter Poels y el español David de la Cruz.

Dumoulin, por su parte, intenta ser el primero en defender la maglia rosa con éxito desde que lo hiciese el navarro Miguel Indurain en 1992 y 1993. El holandés ya supo aguantar el año pasado en la alta montaña y ha acumulado experiencia suficiente para batirse con los mejores, además de ser un gran contrarrelojista, como dice su condición de actual campeón del mundo y subcampeón olímpico de la modalidad.

El trío de favoritos lo completa Fabio Aru, segundo en la edición de 2015 tras Alberto Contador y que encabezará las aspiraciones de los italianos en su carrera, intentando aprovechar la dura montaña para codearse con los dos grandes favoritos. Otros nombres a seguir serán los del francés Thibaut Pinot (Groupama FDJ), el colombiano Miguel Ángel López (Astana) o la dupla del Mitchelton-Scott formada por el escocés Simon Yates y el colombiano Esteban Chaves.