El serbio Novak Djokovic resultó ganador del atractivo duelo de la primera ronda del Mutua Madrid Open, cuarto Masters 1.000 de la temporada, que le midió ayer al japonés Nishikori y que se resolvió en dos sets por 7-5, 6-4 y casi dos hora de partido donde ambos mostraron estar lejos de su mejor nivel.

Tanto el de Belgrado como el de Shimane están intentando recuperar el tenis que llevó al primero a dominar el ranking y al segundo a codearse con los mejores del mundo. Nole había advertido que necesitaba confianza para volver a ser el de antaño, versión de la que se ha alejado por sus lesiones en el codo, mientras que el asiático, también por culpa de los problemas físicos, al menos había alcanzando la final en Montecarlo ante Rafa Nadal.

Esto le daba al nipón cierto favoritismo sobre el exnúmero uno del mundo, que sólo acumulaba reveses y disgustos en esta campaña. El serbio, sin embargo, supo ser más sólido en la pista Manolo Santana, donde los errores brillaron por encima de los grandes golpes, que también los hubo.

Un total de 59 fallos no forzados adornaron la estadística del choque entre ambos, 26 para Nishikori y 33 para un Djokovic que lo supo compensar con un mayor número de ganadores (26 por 21) y mejor gestión de los momentos decisivos de cada una de las dos mangas. El partido, de todos modos, fue igualado. El japonés fue el primero que gozó de ventaja con un break en el quinto juego, pero el serbio devolvió al instante un equilibrio que parecía que provocaría que todo se definiese en la muerte súbita. El balcánico, que ya había desperdiciado dos pelotas de set con 5-4, lo evitó antes con una nueva rotura en el duodécimo juego.

El segundo set trajo una subida de nivel de ambos y una igualdad máxima donde los servicios se imponían. Pero Djokovic supo sacar partido a ir por delante para presionar en el momento adecuado a su rival. Éste, con 5-4 abajo, tenía el empate en el marcador bien encarrilado con un 40-15, pero no acertó a cerrar el juego y el exnúmero uno del mundo no lo desaprovechó para sentenciar su pase a la segunda ronda.

Feliciano, superviviente

Feliciano López fue el único superviviente español en la jornada de ayer del Mutua Madrid Open, cuarto Masters 1.000 de la temporada, aunque lo logró a costa de su compatriota Pablo Andújar, mientras que ni Roberto Carballés ni Lara Arruabarrena pudieron superar sus partidos.

La pista Manolo Santana abrió la sesión nocturna en la Caja Mágica con un duelo nacional entre Feliciano, que juega por última vez el torneo antes de asumir la dirección del evento en el año 2019, y un Andújar que quiere volver a estar entre los mejores tras un calvario de lesiones, partido que se decantó del lado del primero en dos sets por 7-6(4), 6-3.

El sacador zurdo, en su partido 130 de Masters 1.000, todo un récord, volvió a demostrar que en la capital suele motivarse y sacó a relucir un buen tenis que le complicó las cosas al conquense, que en este escenario llegó a ser semifinalista en la edición de 2015 ante Rafa Nadal. Tras aguantar el primer parcial, no pudo hacerlo en el segundo. Feliciano, capaz de firmar 37 ganadores, se escapó pronto en el marcador.

Andújar, campeón este año en Marrakech, empezó bien y logró romper el primer saque de López, pero no pudo sacar partido a esta ventaja ya que cedió el suyo al instante para equilibrar de nuevo las cosas. A partir de ahí, los servicios se impusieron y no dieron más concesiones, por lo que todo se decidió en la muerte súbita donde el toledano no perdonó.

Esto afianzó al director adjunto del Mutua Madrid Open en la tierra batida madrileña, que con un revés muy fino y un gran nivel en el saque, fue minando la resistencia del conquense, que se vio demasiado pronto 5-1 abajo. Aún así, no se quiso rendir, pero su rival no dio más tregua para citarse con el argentino Diego Schwartzman para seguir alargando su despedida.

Feliciano López fue el único superviviente español del lunes después de las derrotas también de Roberto Carballés y de una Lara Arruabarrena que cerca estuvo de dejar fuera a una de las cabezas de serie como Julia Goerges.

El jugador tinerfeño, ganador este año de su primer torneo profesional en la arcilla roja de Quito, no pudo mostrar su progresión ante el kazajo Mikhail Kukushkin, muy superior y que firmó una victoria clara en dos sets por 6-3, 6-2 en poco más de una hora en donde el español no pudo remontar dos malos inicios en cada manga.