El Atlético empató con el Eibar en la última jornada liguera, con doblete de Fernando Torres, en su despedida del equipo rojiblanco.

Un gol de Kike García adelantó al Eibar, pero entonces apareció Torres para hacer el empate, antes de rubricar el 2-1 en un mano a mano con el portero, aunque Rubén Peña se encargó de equilibrar el marcador, empañando en parte la fiesta de Torres.

El delantero fue recibido sobre el césped del Metropolitano con un gran mosaico en las gradas en el que se podía leer el lema De Niño a leyenda acompañado por su número nueve en un partido en que su adiós fue la principal atracción y que el Atlético acabó con diez por la expulsión de Lucas Hernández.

Sin nada en juego después que el Atlético ya tuviera asegurada su segunda plaza liguera, tras el empate del Madrid ante el Villarreal el sábado, los rojiblancos buscaban una victoria para despedir a lo grande la Liga, tras conseguir la Europa League el miércoles pasado.

El técnico Diego Simeone dejó de entrada en el banquillo a gran parte de los hombres que participaron en esa final como Antoine Griezmann, que dejó su sitio a Fernando Torres.

Los rojiblancos buscaron llevar la iniciativa ante un Eibar que les dificultaba la salida con una presión alta y rápidos repliegues, que impedía a los locales encontrar huecos en la defensa visitante.

Torres, al que todos sus compañeros buscaban constantemente para servirle el gol, avisó pronto con un balón demasiado cruzado.

El Atlético llegaba, pero no concretaba y lo pagó cuando Kike García remató cruzado un pase de Joan Jordán. Después vendría el doblete de Torres.