El Tour de Bélgica no podía comenzar peor para el ciclista coruñés Daniel López, del Burgos BH Pro Cycling Team. Ayer se disputó la primera etapa de la carrera en un circuito sobre el que el pelotón debía dar cuatro vueltas. En la última de ellas, el esprinter coruñés se vio encerrado contra las vallas metálicas que marcan el recorrido y se fue al suelo. Dani fue empujado involuntariamente por otro corredor que también acabó sobre el asfalto. El momento de la caída fue ese instante en el que los corredores comienzan a colocarse para disputar el esprint final a pocos metros de la línea de llegada y ahí suele haber movimientos bruscos y rápidos y en uno de ellos López recibió un golpe de un compañero del pelotón que lo mandó al suelo.

La caída fue muy fea ya que el coruñés se golpeó la cabeza y la cara contra una de las vallas que marcaban el camino a seguir por los ciclistas. Tras el percance el corredor del Burgos BH Pro Cycling Team fue trasladado al hospital de San Blas, en la localidad belga de Dendermonde, donde durante toda la tarde se le hicieron diferentes pruebas médicas para determinar el alcance de las lesiones. El equipo burgalés explicó tras la caída que el corredor se encontraba consciente "y hablando con normalidad". El último parte médico hablaba de golpes y magulladuras por todo el cuerpo, cortes en la frente, barbilla, cejas y pómulos y multitud de abrasiones en manos y brazos. Además, Dani tiene la nariz fisurada y el dedo corazón de la mano izquierda roto. Hoy será intervenido de esta fractura por lo que permanecerá ingresado las próximas horas en observación hasta el momento de la intervención quirúrgica.

Pero el percance de Dani no fue el único que sufrió el conjunto castellano. Jorge Cubero también se fue al suelo ayer en la misma prueba a trece kilómetros de la línea de meta. El compañero del coruñés recibió seis puntos de sutura en su barbilla y tiene varias contusiones y golpes en un hombro aunque los médicos del club descartaron que hubiese fractura alguna. Ninguno de los dos tomará hoy la salida.

En lo meramente deportivo, la etapa inaugural de este Tour de Bélgica transcurría por un circuito sobre el que se hacía un total de 178,8 kilómetros. Astana y Lotto Soudal, equipos de la máxima categoría mundial, guiaron a un pelotón que mantuvo en todo momento bajo control a los seis fugados de la jornada hasta los 10 últimos kilómetros, momento en el que estos fueron neutralizados. El vencedor fue el esprinter alemán Greipel, del Lotto. El cántabro Jesús Ezquerra fue el mejor clasificado al cruzar la meta duodécimo.