Un esprint antes de entrar en el desenlace de la carrera en los Alpes y siguiendo la tónica de este Giro, el más rápido en la 17ª etapa fue el italiano Elia Viviani (Quick-Step), que logró su cuarto triunfo parcial, ayer en Iseo. En la clasificación general, el británico Simon Yates se mantiene líder en la víspera de una llegada en alto y a cuatro días del final de la carrera en Roma.

En un final marcado por una gran tormenta que dejó empapada la carretera, el irlandés Bennett, segundo, inició el esprint desde muy atrás como para superar a Viviani, que ya había ganado dos etapas en Israel y otra en Nervesa della Battaglia.

La jornada, muy animada en sus 155 kilómetros, tuvo movimientos interesantes. Los últimos supervivientes de la escapada más importante, el italiano Alessandro De Marchi y el español Luis León Sánchez, fueron alcanzados en el circuito final, antes de los 10 últimos kilómetros.

Yates, por su parte, pasó la jornada vigilando a Dumoulin y ambos entraron juntos en la meta, por lo que se mantienen los 56 segundos de diferencia entre los dos primeros clasificados de la general.

"No hay día fácil en el Giro", declaró el líder, refiriéndose a una parte de la etapa en la que se produjeron cortes en el pelotón.