Rafa Nadal comienza una nueva defensa de Roland Garros desde hoy y con el objetivo de seguir en París dentro de dos semanas, para tener la opción de levantar su undécima Copa de los Mosqueteros, desde un cuadro favorable al otro lado de los mejores aspirantes, Alexander Zverev, Dominic Thiem y Novak Djokovic.

El rey de la tierra llega a su escenario preferido, el que le ha convertido en leyenda del deporte, donde redondeó su idilio con la Philippe-Chatrier en 2017. Un décimo título en el Abierto de Francia que además llegó tres años después del anterior, un lapso de tiempo nunca conocido en la relación que nació en 2005 de Nadal con París.

El de Manacor vuelve a ser el favorito, más si cabe por la ausencia de Roger Federer, por la falta de resultados de Zverev en un Grand Slam, las dudas de Nole y la superioridad que puede ejercer el español sobre cualquier otro rival.