El nuevo entrenador del Sevilla FC, Pablo Machín, aseguró ayer en su despedida en el Girona que se va "orgulloso" y también sintiéndose un "privilegiado" por sus cuatro años y medio en el club de Montilivi, donde ha logrado el ascenso a LaLiga Santander y mantener al equipo arriba, en un "cuento de hadas" con final feliz pese a su marcha.

"He vivido un cuento de hadas. Me siento un privilegiado y afortunado, y que el Girona se pueda beneficiar de mi nuevo reto es un final feliz. Estoy muy orgulloso de los logros conseguidos y satisfecho por la implicación", afirmó Machín.

En este sentido, añadió que su relación con el Girona no podía tener un final mejor que el irse dejando al equipo cerca de los puestos europeos, luchando hasta las últimas jornadas. "Este cuento que daba para escribir una novela de suspense, por mi parte no podía acabar de mejor manera. Ha sido todo ideal".