Puede que no lo parezca, pero hoy España debuta en la Copa del Mundo de Rusia ante Portugal (20.00 horas). La gran bronca Mundial, causada por el cese de Lopetegui tras su fichaje por el Madrid y la posterior llegada de Fernando Hierro, ha provocado que en las horas previas a un partido la España futbolera hable más del presidente de la Federación que de los futbolistas de la selección. Los despachos, esta semana, han vencido al balón. Hasta hoy. Siempre llega la calma después de una tormenta -aunque esta se haya llevado por delante a un seleccionador a pocas horas de debutar en un Mundial- y hoy en el verde de Sochi rodará el balón entre dos países vecinos que buscan la gloria eterna en la Rusia de Putin. España, campeona en Sudáfrica 2010, ansía la vuelta a sus orígenes ganadores (al menos así era hasta que Lopetegui fue fulminado), al fútbol de toque y combinación que dio identidad al deporte rey de un país y que se vio frenado tras los fracasos en los últimos grandes torneos internacionales: el Mundial de 2014 en Brasil y el Europeo 2016 disputado en Francia.

Portugal, inesperada campeona en la última Eurocopa, un equipo trabajador y ordenado que se aferra a la voracidad de un Cristiano omnipotente, que puede que juegue este año su último gran Mundial, quiere demostrar que lo de hace dos años no fue flor de una noche loca francesa y que la revolución de los claveles también puede llegar a Rusia.

Vayamos por partes. Un misterio a resolver esta noche es conocer la propuesta futbolística y la primera alineación de Hierro como seleccionador nacional. Se pretende la continuidad del estilo Lopetegui, que ha llevado a España a ser la única selección imbatida en el camino hasta el campeonato de Rusia. Pero una cosa es una línea a seguir y otra que Lopetegui esté en la cabeza de Hierro. El exjugador del Madrid, que dirigió su último partido como entrenador hace un año en Segunda en Elche con el Oviedo, tendrá que mostrar sus cartas para ganar hoy a Portugal, en el partido a priori más complicado de un grupo que completan Marruecos e Irán.

Las principales dudas de España, antes del cese de Lopetegui, estaban en la delantera. Costa, Aspas o Rodrigo. Tres hombres para un puesto, aunque el hispanobrasileño, muy del agrado de Lopetegui, partía con cierta ventaja que podría tener también hoy con Hierro. Las líneas restantes de España ofrecen pocas dudas. La baja de Carvajal , salvo sorpresa de Odriozola, será cubierta por Nacho. En el centro del campo, Koke y Thiago compiten por un puesto al lado de Busquets e Iniesta. Arriba, abasteciendo al delantero centro, Silva (máximo goleador de España en la fase de clasificación) e Isco, parecen tener una plaza fija. Aunque mucho no ha cambiado desde Sudáfrica, ya que uno de los peligros principales de España es un Iniesta reinventado que pondrá rumbo a Japón después del Mundial tras abandonar el Barcelona.

La Selección Española recordó esta semana al Titanic, pero Portugal no es ni mucho menos un tranquilo velero en el mediterráneo. Los lusos, en lo institucional, también debutan en Rusia hechos unos zorros. Por varios frentes. El primero el de su estrella, el actual Balón de Oro y capitán de Portugal, Cristiano Ronaldo, que llega al Mundial enfrentado con su club (otra vez) después de levantar la Copa de Europa en Kiev. El segundo frente viene de un club grande de Portugal, el Sporting de Lisboa, que rescindió en masa a ocho jugadores (tres mundialistas: William Carvalho, Gelson Martins, Bruno Fernandes) después de un final de temporada dramático con enfrentamientos con los ultras incluidos. "Cristiano y diez más", dicen en Portugal sobre su selección.