El relevo en el banquillo de España parecía envenenado, pero resultó una hermosa herencia la que Fernando Hierro recibió de Julen Lopetegui en Rusia, donde la selección española bailó ayer a la Portugal vigente campeona de Europa, que acabó celebrando el empate en Sochi como una victoria porque entre Cristiano Ronaldo y David De Gea le concedieron un punto inmerecido. La Roja encontró el fútbol fluido y brillante que le permitió reinar en el planeta fútbol desde 2008 hasta 2012, con Luis Aragonés y Vicente del Bosque como directores de la orquesta sinfónica. El testigo del banquillo lo recogió el "traidor" Lopetegui. El ahora entrenador del Madrid ya es pasado -incluso parece lejano- de un equipo que mantiene intacto su crédito como uno de los candidatos a levantar la Copa del Mundo el próximo 15 de julio en Moscú.

EDe Gea y Cristiano. Falta un mes y muchas vicisitudes para alcanzar la final mundialista, en la que podrían coincidir de nuevo españoles y portugueses, que ayer ofrecieron el partido más vibrante e intenso de la recién estrenada competición. España llegaba tocada a la cita y de ello se aprovechó Cristiano Ronaldo: un ángel para el madridismo, un demonio ayer para los seguidores españoles. Su predisposición a caerse en el área duele cuando lo tienes como rival. Contradicciones del fútbol que a Lopetegui no le dejaron experimentar como seleccionador de España y entrenador del Real Madrid. Se quedó sin saber cómo reaccionaría si Nacho, en una mala entrada, lesionase de gravedad a la estrella lusa que dirigirá a partir de agosto.

EEl once de Lopetegui. Pero Luis Rubiales no quiso que Lopetegui pudiese pasar tan mal trago en Rusia y lo invitó a adelantar su presentación en el Santiago Bernabéu. Fernando Hierro tomó el mando de la selección y respetó el plan de quien había obtenido la clasificación para el Mundial de forma tan brillante. Nacho, Koke y Diego Costa también estarían en el once del técnico vasco. Aunque con tanto trajín, la Roja tardó diez minutos en presentarse en el partido de Sochi. Cuando la banda derecha del Barça apareció en acción, con Iniesta y Alba, Portugal ya ganaba con un gol de penalti de Ronaldo. El portugués había forzado una caída en el área -ante una entrada a destiempo de Nacho-, como las que suele jalear el Bernabéu.

EGran carácter. Pero el equipo que heredó Hierro conserva el ADN del que ganó las Eurocopas de 2008 y 2012 y el Mundial de 2010. Sabe sobreponerse a las dificultades. La tormenta vivida en los últimos días con la destitución de Lopetegui y el gol de Cristiano Ronaldo a los tres minutos de juego habría hundido al más fuerte. Pero la Roja de Iniesta, Busquets, Alba, Ramos, Isco, Silva y compañía mejora en la adversidad y ante los mayores retos, como ya demostró en los últimos duelos amistosos contra Alemania y Argentina. El carácter de este equipo le puede llevar de nuevo a alcanzar el cetro mundial.

EConexión Costa-Busquets. Ayer tuvo que remontar dos desventajas en el marcador. La primera la neutralizó Costa con una jugada de delantero clásico. El atacante del Atlético resolvió un pase en largo de Busquets como lo haría Gerd Muller, aquel alemán que marcaba goles hasta con las orejas. El hispano-brasileño aprovechó otra asistencia del pivote catalán para evitar males mayores a otro fallo grotesco de De Gea (peor que el cometido ante Suiza). Nacho, a continuación, arregló con un extraordinario gol su inocente penalti.

EArte sin premio. Ya con el marcador a favor, España protagonizó una exhibición de rondos interminables, con los portugueses persiguiendo sombras. El fútbol premiaba el arte sobre la tacañería del entrenador luso. La campeona de Europa se encomendaba a la pegada de Cristiano Ronaldo sin querer arriesgar lo más mínimo. Y a Fernando Santos le salió bien la apuesta porque CR7 ayer acertó en sus tres intervenciones: penalti, lanzamiento flojo a De Gea y falta directa. La caída al borde del área también fue de las que encienden las pasiones del Bernabéu y enfadan al rival. Ayer, el ídolo del madridismo jugaba en contra y volvía a convertirse en la estrella con un triplete que le supo a victoria. El empate a tres minutos del final dejó tocados a los españoles. Hierro, que también ve a Aspas como suplente, está preparado para gestionar con éxito la herencia de Lopetegui.