No era así como los brasileños imaginaban su estreno en el Mundial pero el decepcionante empate contra Suiza obliga a la canarinha a vencer hoy a la Costa Rica del deportivista Celso Borges. Las dos selecciones se juegan la vida en San Petersburgo. Todos los ojos volverán a centrarse en Neymar tras su frustrante debut del domingo. Ante Suiza, se vio a un todavía limitado Ney, que abusó de las jugadas individuales y acabó cojeando después de llevarse un récord de diez faltas de la defensa helvética.

Pero el susto aún sería mayor cuando, tras reaparecer de buen humor en el entrenamiento del martes, tuvo que marcharse antes de tiempo y de nuevo cojeando. El aire se cortó entonces en Sochi, con la lesión en el pie derecho que le tuvo tres meses parado aún muy reciente. Los médicos se apresuraron a subrayar que los dolores no tenían nada que ver con aquello -ahora la zona molesta es el tobillo-, y el propio delantero tranquilizó a la hinchada el miércoles, tras ejercitarse de nuevo con el grupo. "Entrené bien, me sentí a gusto y el pie está tranquilo", aseguró en un video publicado por la CBF.

Por primera vez bajo presión desde su idílica llegada a la canarinha, Tite trató de corregir algunos problemas que lastraron el debut como la sobrecarga de jugadas por la izquierda, ante una banda derecha donde se añora demasiado al lesionado Dani Alves. Todo apunta a que Tite repetirá la alineación ante Suiza confiando en el grupo que le trajo volando a Rusia.

Mucho más delicada es la situación de Costa Rica. A la peligrosa derrota contra Serbia (1-0) se suman las turbulencias en un vestuario que poco recuerda a aquel equipo valiente que conquistó al mundo en Brasil 2014, plantándose en cuartos y solo saliendo en los penales ante Holanda.

Una fricción transmitida en directo entre Venegas y González disparó las alertas sobre la convivencia de un grupo que hoy afronta el reto mayúsculo de tener que vencer a la pentacampeona del mundo si no quiere cerrar por adelantado una Copa a la que llegaba con 12 supervivientes de su gesta.

Improvisado portero

La selección de Costa Rica reconoció ayer el césped del Saint Petersburg Stadium, escenario de su duelo de hoy contra Brasil en el que necesita ganar o empatar para seguir con opciones de acceder a los octavos de final, con un entrenamiento que se inició con un partidillo. La sesión de los ticos dirigidos por Óscar Ramírez comenzó con un duelo en tres cuartas partes del campo en el que los futbolistas se desplegaron en lugares distintos a su posición habitual. Así, durante los minutos en los que la FIFA permite a los informadores presenciar el entrenamiento oficial antes del encuentro, los jugadores de la sele disputaron una mejenga, como se denomina a este tipo de partidos de divertimento en Costa Rica, con los futbolistas ocupando posiciones que no son las habituales. Por ejemplo, el portero Keylor Navas ejerció de extremo por la derecha en un equipo y los centrocampistas creativos Bryan Ruiz y Celso Borges de porteros. El buen humor y la competitividad interna destacaron en el inicio de la última sesión previa al encuentro. En el otro partido del grupo E, Suiza se enfrenta a Serbia a las 20.00 horas.