Alemania afronta este miércoles ante la casi desahuciada Corea del Sur en el Kazán Arena el duelo definitivo por colarse en los octavos de final del Mundial y evitar una histórica eliminación en la primera fase, aunque la mirada de los de Joachim Löw estará también puesta en lo que hagan México y Suecia a la misma hora en Ekaterimburgo.

El tanto del madridista Toni Kroos en el minuto 95 del encuentro ante los escandinavos, que supuso la victoria (2-1), permitió a los teutones mantener todas las opciones en la tercera y última jornada, donde, si no quieren complicarse, deberán ganar a los asiáticos y, a poder ser, anotando varios tantos para adjudicarse la diferencia de goles en caso de empate.

Y es que ni México, que lidera con pleno de triunfos, está matemáticamente clasificada para octavos en el Grupo F, donde todas las selecciones cuentan con opciones. Alemanes y suecos disponen de tres unidades, y Corea todavía no se ha estrenado y maneja una mínima oportunidad.

Para avanzar a octavos, los de Löw deberán ganar y esperar que Suecia no lo haga, o que si lo hace sea con una diferencia de tantos peor. De momento, ambas están empatadas con 0, mientras que México cuenta con una diferencia de dos tantos a sus favor que le beneficiaría en caso de triple empate.