Compromiso, primera opción y operación sencilla. Estos son los tres pilares sobre los que se sustenta la llegada de Luis Enrique (Gijón, 8 de mayo de 1970) a la selección española para tratar de enderezar el rumbo de la Roja tras su fracaso en el Mundial de Rusia que comenzó con el despido de Julen Lopetegui, su antecesor, por haber firmado por el Real Madrid, y la elección de Fernando Hierro como entrenador accidental. Luis Enrique, que llevaba un año sabático tras dejar el Barcelona (también entrenó al filial azulgrana, a la Roma y al Celta), será presentado la próxima semana -puede que el jueves- y se compromete con la Federación Española para lo dos próximos años. De esta forma, y salvo descalabro u otra grave crisis institucional, Luis Enrique será el encargado de formar el equipo que jugará la Eurocopa de 2020.

Luis Enrique se estrenará en el cargo en la Liga de las Naciones -un nuevo formato de selecciones que ha puesto en marcha la UEFA- en Wembley frente a Inglaterra el próximo 8 de septiembre.

El anunció del fichaje de Luis Enrique lo realizó ayer Luis Rubiales, presidente de la Federación Española. Uno de los aspectos que más quiso resaltar el mandatario sobre el técnico asturiano fue su "compromiso" con la selección. "Hablé la semana pasada con él y fue relativamente sencillo porque él quería ser seleccionador. Ha tenido ofertas tremendamente importantes, económicamente para nosotros era imposible llegar a esos números, así que quiero poner en valor que haya puesto de su parte, porque si no, habría sido imposible", aseguró.

Rubiales se refería así a los contactos que varios clubes, muchos de ellos de la Premier inglesa, especialmente el Arsenal y el Chelsea han mantenido con el asturiano. Pero las exigencias económicas del entrenador -aseguran que para ser el sustituyo de Arsène Wenger pidió un salario de 17 millones- frenó cualquier posibilidad de ver a Luis Enrique en Inglaterra.

Rubiales explicó que en el contrato por dos años del nuevo seleccionador no habrá cláusula de rescisión, el sistema que iba a utilizar Lopetegui para dejar la Roja -era de dos millones de euros- antes de ser despedido por "desleal". "Lo que sí tiene, tanto Luis Enrique como nosotros, es una cláusula de penalización en caso de ruptura de contrato, algo bastante habitual en estos casos", descubrió Rubiales. "Entendemos que con cualquier seleccionador que quiera salir necesitamos hablar nosotros y estableciendo esa cláusula nos lo impide", añadió. Rubiales afirmó que la única opción en la que pensaba para el banquillo de la roja era la de Luis Enrique, a pesar de que se barajaron nombres como el de Míchel, Quique Sánchez Flores, Setién o Marcelino. "No hemos hablado con nadie más, sólo con Luis Enrique. Fue relativamente sencillo porque él quería ser seleccionador nacional", aseveró.

La decisión sobre el seleccionador, según Rubiales, fue unánime. "No quiero entrar en cuestiones técnicas, las tendrán que hablar Luis Enrique y José Francisco Molina. Sí me gusta el compromiso que he notado de dejar pasar otras oportunidades que económicamente superaban en mucho a las planteadas por la federación. Ese compromiso me gusta mucho. A partir de ahí, desearle la mejor de las suertes", explicó el presidente de la Federación.

Rubiales, según su versión, no consultó la contratación del nuevo seleccionador con los jugadores. "La Junta Directiva es la primera que tiene que conocer el tema y a partir de ahora los jugadores. Si alguno nos llama y quiere que hablemos con ellos estaremos encantados", indicó.

El presidente de la Federación no pudo ocultar las complicadas relaciones de Luis Enrique con el entorno, sobre todo con la prensa, con la que nunca se ha llevado bien y ha tenido roces muy desagradables. "Obviamente, no vivimos en una burbuja y sabemos que Luis Enrique es una persona con carácter y que ha tenido algunas cuestiones con la prensa, pero intentaremos llevarnos todos bien. Esperamos que el ambiente interno sea el mejor y el externo también, y que las relaciones, aunque sean escasas, sean las mejores posibles", sentenció.

Preguntado acerca de si hace falta más mano dura en la selección, comentó: "No echo de menos manos dura. Ahora estamos en el futuro, tenemos dos años por delante intensos e importantes. Desde el punto de vista de la nueva dirección deportiva cumple todos los parámetros. Luego las cosas pueden salir bien o mal. De esta etapa hacia atrás solo tenemos que agradecer a todos los que han trabajado con la máxima intensidad por el fútbol español".

Además, Rubiales aclaró si Hierro participó en la elección de Luis Enrique: "No hemos llegado ha hablar. Él me transmitió que no quería seguir como director deportivo. Lo respetamos. Yo no intenté convencerle de nada, él lo tenía muy claro. A partir de ahí darle las gracias. Es buen amigo y en la federación todo el mundo hablará bien de él".

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