El Club Maristas Coruña ya es equipo de Liga Femenina 2. Así lo confirmó ayer la Comisión Delegada de la Federación Española de Baloncesto, que se reunió para conformar las competiciones FEB de la próxima temporada 2018/19. En el club colegial había muchas esperanzas de que el ranking por méritos deportivos le situara como uno de los candidatos a sustituir al Basketmar y al Joventut, que renunciaron a competir en la segunda categoría nacional. Después de quedarse a las puertas del ascenso tras perder la final del play off contra el Ardoi, el Maristas recibe la merecida recompensa a su trabajo porque perseguía durante hace varias temporadas colocar al baloncesto femenino coruñés a las puertas de la elite.

El conjunto que la pasada campaña dirigió Rubén Vázquez competirá en el grupo A de la Liga Femenina 2 con otros trece equipos: Associaio Esportiva Boet Mataró, CB Santa Rosa de Lima, CB Santfeliuenc, CBF Cerdanyola, Iraurgi SB, Basket Ibaizabal, Club D. Baloncesto Aros, Fundación Navarra Baloncesto Ardoi, Baloncesto Avilés, AD Cortegada, CD Bosco, Club Baloncesto Arxil y FCB. El salto cualitativo es enorme y el Maristas tendrá que reforzarse ahora para asentar el proyecto y lograr la permanencia.

Hace ya varias temporadas que Primera Nacional parece quedársele pequeña al club coruñés. Año tras año ha ido rompiendo techos y las fases iniciales se convierten en un paseo triunfal para él. Hace dos, con Román Gómez en el banquillo, el equipo perdió la final del play off que daba acceso a la fase de ascenso. La siguiente campaña, a las órdenes de Fernando Buendía, dio un paso más y se proclamó campeón de su grupo de Primera Nacional y se clasificó por primera vez para la fase de ascenso, en la que pagó la novatada y no pudo rendir al nivel de toda la temporada. Ya en 2018, con el regreso de Rubén Vázquez, también se llegó a la fase de ascenso en la que se lo jugó en un mano a mano en el último partido contra el Ardoi, con una dolorosa derrota como resultado.

La confirmación de la plaza en Liga Femenina 2 coincidió en el tiempo con la operación de dos de las jugadoras del equipo. Marina Feijoo y Eugenia Filgueira, que pasaron con éxito por quirófano tras romperse el ligamento cruzado.