Vigente campeona de Europa. Segunda, tras España, en el último Mundial. 21 títulos continentales en su palmarés, la que más de todos los tiempos. Y de nuevo, favorita para ganar en A Coruña. Portugal lo tiene todo, desde algunas de las principales estrellas del panorama mundial a la competitividad que otorga el contar con la mejor liga del mundo y la experiencia de una plantilla joven y con hambre de seguir ganando títulos. Los de clubes de esta temporada fueron para España, que ganó la CERS por medio del Lleida y el Barça se llevó la Champions. Les queda la gloria en la competición por selecciones, con el morbo añadido de triunfar en la casa del máximo rival, como ya hizo España en Paredes en 2012, cuando conquistó su último Europeo con un gol decisivo y en el último momento de Jordi Bargalló.

La liga portuguesa es, sin duda, la mejor del mundo. Arrebató ese título a la española a golpe de talonario, aunque todavía hay talentos que se le resisten, sobre todo si el que tira de ellos es el Barcelona. La próxima temporada se vivirá un hecho insólito en los últimos años y es que un jugador portugués, João Rodrigues, fichará por el conjunto culé. Lo normal es que sea al revés, Albert Casanovas, que abandonó el Reus cuando ya había firmado la renovación para irse al Benfica, es solo el último de una larga lista en la que figuran nombres como el de Jordi Bargalló, Pedro Gil, Toni Pérez, Jordi Adroher, el coruñés Pablo Cancela... Y es que la fuga de talentos es continua. Cuatro equipos vienen reventando el mercado los últimos veranos: Porto, Benfica, Sporting y Oliveirense. Cuatro equipos con una estructura que pertenece a un club potente de fútbol, del que se nutren no solo a nivel económico, sino de afición, con pabellones llenos cada fin de semana.

De ellos vive también la selección portuguesa. Los tres primeros son la base de la plantilla lusa que se presenta en A Coruña, a la que apenas se encuentran fisuras ni un solo punto débil. Tres jugadores de cada uno de ellos. Del campeón Sporting, el portero Angelo Girão, el defensa Henrique Magalhães, que vuelve al Palacio de los Deportes de Riazor tras haber jugado una temporada en el Liceo, y el delantero Victor Hugo. Del Benfica, el otro portero, Pedro Henriques, Diogo Rafael y João Rodrigues. Y del Porto, Rafa Costa y los dos líderes de una generación que ya ha dado muchas alegrías a Portugal: Gonçalo Alves y Helder Nunes. Entre todos se coló un representante del Valongo, Daniel Oliveira Poka, que no obstante será la nueva incorporación del Porto para la próxima temporada.

Es también una selección experimentada. Precisamente los más jóvenes son Alves y Nunes, con 24. Hace quince días que se comprobó de primera mano su peligrosidad en el amistoso que disputó contra España para homenajear a Enrique García-Raposo en el Palacio de Riazor. Pudo haber sido un ensayo, en el mismo escenario, de la final de este Europeo. Ninguno de los dos equipos mostró todas sus cartas y aun así se vio una Portugal que por momentos dominó por completo a España con un juego de ritmo vertiginoso y multitud de opciones en ataque, pero también dura en defensa y con dos porteros que cada año suben un peldaño en su magnífico nivel.