El holandés Dylan Groenewegem se puso a la altura de los mejores esprinters del pelotón igualando los dobletes de Peter Sagan y Fernando Gaviria, a los que batió para apuntarse la octava etapa disputada entre Dreux y Amiens a través de 181 kilómetros, en la que el belga Greg Van Avermaet mantuvo el jersey amarillo.

Groenewegem, nacido hace 25 años en Amsterdam, volvió a exhibirse ante la elite, confirmando que ya no es una promesa, sino una realidad, capaz de repetir triunfo ante rivales del máximo calibre. En la meta de Amiens repitió la escena de apenas 24 horas antes en Chartres, esta vez ante Sagan y Degenkolb.

En principio le secundaron el alemán André Greipe y el colombiano Fernando Gaviria, pero ambos fueron descalificados por maniobra irregular. Nadie pudo con él. Atacó Sagan de lejos y se metieron en la refriega Degenkolb, Demare y Kristoff, pero el chico de la ciudad de los canales, un hombre orgulloso y con personalidad propia que no imita a ningún otro esprinter, se mostró imperial para adjudicarse su tercer éxito en el Tour y el undécimo de la temporada.

En la general sin cambios en una jornada de transición hacia el pavé. En el día de la fiesta nacional se adelantó la etapa por el partido entre ingleses y croatas del Mundial, y se habló de tenis por la semifinal de Wimbledon entre Djokovic y Nadal.

El balón y el pavés rivalizan por el protagonismo del domingo. Francia juega la final de la Copa del Mundo, pero la jornada del Tour mira con expectación a los adoquines de la Roubaix, donde los favoritos van a sentir el miedo a perder la carrera.