El Centro Hípico Casas Novas ya empieza a ser un hervidero de personas a cinco días de acoger la trigésimo sexta edición del Concurso de Saltos Internacional, en el que participarán los mejores binomios del panorama nacional e internacional. Algunos de los jinetes internacionales que tomarán parte el próximo fin de semana en la competición coruñesa, también acudirán al Campeonato del Mundo que se celebrará en septiembre en Tryon, Canadá. Jinetes y amazonas con grandes victorias a sus espaldas como Gerco Schroeder, Eric Van der Vleuten, y Samantha McIntosh o rostros conocidos como S.A.R Doña Elena de Borbón saltarán este fin de semana en la pista de arena.

Los caballos, protagonistas

Los caballos son animales majestuosos. Dotados de un físico y una fortaleza increíbles, cada habilidad que un caballo sea capaz de realizar, hoy, se traduce en un valor. Una cosa es montar a caballo que puede llegar a costar unos 2.000 euros al año y otra muy diferente es competir al nivel de concursos como el CSI4* A Coruña.

La hípica es mucho más que un deporte: debido a la cantidad de dinero que mueve al año se llega a considerar una industria. Un estudio realizado por la Real Federación Hípica Española sobre el impacto de las actividades ecuestres en España ha demostrado que se mueven 5.000 millones de euros al año, lo que supone un 0.5 por ciento del PIB del país.

Los caballos que participan en competiciones profesionales como el salto de obstáculos, rinden al máximo nivel. Lo importante en este deporte es tener un buen caballo para poder competir porque son los caballos los que hacen de sus jinetes auténticos ganadores; son atletas de competición gracias a las mejores combinaciones genealógicas, estudios de sangre, raza y características físicas.

Desde su nacimiento los potros son entrenados para la competición. A veces viven en centros de alto rendimiento en los que los caballos hijos de padres campeones viven toda su vida en un largo e intenso entrenamiento. Si son utilizados para salto empiezan a saltar a los cuatro años y aunque viven alrededor de 25, se considera que a partir de los 16 comienzan a perder rendimiento.

A la hora de hablar de precios, para un potro de buen origen hay que pensar en miles de euros, mientras que si hablamos de caballos de Gran Premio estaríamos hablando de millones. Pero si eres un buen jinete también existe la opción de encontrar patrocinadores. El 80% de los participantes en Casas Novas no son propietarios de los caballos y no les cuestan dinero, sino que viven de ello.