Portugal será el rival de España en la final del Europeo después de derrotar ayer a Italia en semifinales en un partido en el que fue víctima de su mala puntería. Lusos y españoles reeditarán la final del Mundial, en el que el combinado nacional dirigido por Alejandro Domínguez se impuso en los penaltis.

A Portugal le está faltando la brillantez de otras citas. Le costó mucho ante Francia en el partido que cerraba la primera fase y también sufrió lo suyo contra Italia ayer en las semifinales. Le falla la definición y eso que tiene un jugador como João Rodrigues, que la temporada que empezará tras el verano se incorporará al Barcelona y que hace goles como churros. Su fortaleza es la insistencia. No se rinde nunca, compite, son jugadores que demuestran que tienen mucha hambre de títulos. Y pasito a pasito ya están en la final.

La semifinal empezó bien para sus intereses. Gol de Diogo Rafael, un jugador pequeño pero muy habilidoso y que está siendo uno de los mejores de su selección por encima de figuras como la de Helder Nunes. Empató Alessandro Verona, otro gran goleador, y el capitán del Porto pudo hacer el segundo para su país, pero falló la directa tras la azul a Illuzzi, Portugal ni aprovechó la bola parada ni la superioridad numérica. Todo lo contrario. A Italia le bastaron tres jugadores y tres pases para que Davide Banini marcara el 1-2.

En la segunda parte tocaba remontada. La inició João Rodrigues, que siempre caza alguna bola en el área. Y la siguió Gonçalo Alves, que transformó un penalti. Portugal tuvo una y mil ocasiones más, todas desperdiciadas por imprecisiones en el última pase, el palo, las buenas intervenciones de Ricardo Gnata o el punto de mira desviado. En el último minuto rompió la mala racha Rafael Costa para atar la victoria.