España recupera su reinado en Europa seis años después y con A Coruña como escenario de su reconquista. Portugal, como el año pasado en el Mundial, volvió a ser la víctima de un equipo voraz e insaciable y en el que los locales Eduard Lamas e Ignacio Alabart tuvieron un papel protagonista con un gol para cada uno de ellos. Pero si algo tiene esta selección es que todos y cada uno son importantes. Da igual quién juegue, o quién no, sin dependencias, nunca hay un bajón sobre la pista lo que le convierte en un vendaval imposible de frenar. El método Alejandro Domínguez evoluciona y si en el Mundial se necesitaron los penaltis, la diferencia con Portugal se agrandó en este Europeo de Hockey en A Coruña, si bien los lusos no tuvieron suerte con seis bolas al palo.
No se preveía, de hecho, tanta fiesta cuando el partido empezó con problemas defensivos para España. Esos desajustes permitieron que Gonçalo Alves se colase hasta la cocina, armara el brazo y realizara un chut marca de la casa para el 0-1. Parecía que España temblaba. Pau Bargalló perdió una bola en una zona prohibida. Helder Nunes lo aprovechó y su potente disparo se encontró con Sergi Fernández. Portugal dominaba, pero España poco a poco fue entonándose, encontrando el camino que llevó a Jordi Adroher a anotar el empate. Solo se habían disputado cinco minutos y era como volver a empezar.
Los lusos tuvieron la siguiente con un penalti discutido sobre Alves. El seis cayó en el área ante Sergi Fernández, pero este poco podía haber hecho para evitar la colisión. Solo desaparecer, físicamente imposible. El propio Alves tiró la pena máxima. Paró el portero y después el rechace se fue al palo. La respuesta española no se hizo esperar. Ferrán Font entró e hizo pronto de las suyas. Pase de Casanovas que cazó en el área para el 2-1. Efectividad del cien por cien, todo lo contrario que Portugal, que con Diogo Rafael como protagonista otra vez se las vio con el palo.
España seguía cometiendo errores en defensa, pero los compensaba en ataque. La azul a Ferrán Font cedió a Nunes una directa que el siete, una de las estrellas del Europeo que no ha podido brillar, tiró fuera. Alejandro Domínguez echó mano de la defensa para preservar la ventaja al descanso. No solo se consiguió, sino que aumentó: en estado de gracia, Eduard Lamas cogió una bola, avanzó sin oposición y la clavó en la escuadra.
Media copa ya era de la selección española. Quedaban 25 minutos para dejarla en casa. En la segunda parte España ya fue más fuerte atrás y siguió con su ritmo avasallador, siempre constante. Ignacio Alabart hizo el cuarto para la eclosión de la grada. Portugal tampoco estaba teniendo suerte, con Sergi Fernández inmenso o con el palo interponiéndose en su camino. Alves sumó el cuarto para su equipo. En la jugada siguiente, Bargalló sentenció.
El capitán español vio azul. Quedaban 12 minutos, pero no parecía que fuera posible la remontada. João Rodrigues acertó la directa. El nuevo jugador del Barça, junto a Alves, fueron los únicos que sostuvieron a Portugal ante el vendaval español. El capitán luso tuvo la oportunidad de dejar la diferencia en dos goles con otra directa. Fue al palo. Otra vez. Si no había sido mazazo suficiente, Ferrán Font completó su magnífico Europeo con el sexto.
La euforia ya estaba desatada. Alabart también pudo redondear con un directa en la que Girão le adivinó las intenciones. Ya en el último suspiro, João Rodrigues aprovechó una asistencia de espaldas de Helder Nunes. Faltaban segundos, pero el Palacio de los Deportes de Riazor ya cantaba la victoria mientras el banquillo se abrazaba. Nueve días de competición. Ocho triunfos. 13 goles en contra y 79 a favor. Una campeona con todas las letras.
