El esloveno Primoz Roglic, ganador de la última jornada de montaña del Tour, en los Pirineos, y el galés Geraint Thomas, que mantuvo el maillot amarillo y que se acerca al triunfo final, fueron los grandes vencedores de la decimonovena etapa, a falta de la decisiva contrarreloj de hoy.

Roglic, del equipo Lotto, al ganar ayer, arrebató de paso el tercer puesto en la general al británico Chris Froome (Sky), uno de los grandes perjudicados de la jornada, junto al colombiano Nairo Quintana (Movistar), que bajó de la quinta a la novena plaza.

Geraint Thomas (Sky) entró en segunda posición a 19 segundos del esloveno, en un grupo en el que estaba también Froome y el holandés Dumoulin (Sunweb), que conservó la segunda plaza tras acabar sexto, en grupo de Thomas.

Pese a que Dumoulin es un gran especialista en la contrarreloj, los 31 km de esta especialidad en la etapa de hoy no parecen ser suficientes para que el holandés sea capaz de limar los 2 minutos y 5 segundos que le saca Thomas. En la etapa de ayer 200,5 km entre Lourdes y Laruns, con seis puertos de montaña, incluido el Tourmalet, Roglic atacó en el descenso del puerto del Aubisque, la otra gran dificultad de la jornada, a unos 10 km de la llegada, asegurándose el triunfo.

Con los 19 segundos de ventaja, más diez de bonificación como ganador de la etapa, Roglic ocupa el último escalón del podio, a 2 minutos y 24 segundos de Thomas, y Froome bajó a la cuarta posición. "No pensaba en el podio cuando ataqué sino simplemente en la victoria de etapa. Sabía que cualquier distancia que tomara sería difícil de recuperar en el descenso. Cuando me dijeron que llevaba cinco segundos de ventaja, di todo lo que tenía hasta el final. Y valió la pena", dijo el esloveno. Roglic, de 28 años, exsaltador de esquí, que integró un equipo de alto nivel solo en 2016 (Lotto NL), logró su segundo triunfo en el Tour.