El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) reforzó este domingo su liderato en el Mundial de Fórmula 1 al ganar, por quinta vez, el Gran Premio de Hungría, en el que relegó al segundo y al tercer puestos a los dos pilotos de Ferrari, el alemán Sebastian Vettel y el finlandés Kimi Raikkonen.

Hamilton, que logró en la pista de las afueras de Budapest su sexagésima séptima victoria en Fórmula Uno, en la última carrera antes del parón vacacional, lidera ahora el certamen con 213 puntos, 24 más que Vettel.

Revive la llegada a meta del británico:

El español Fernando Alonso (McLaren) festejó su trigésimo séptimo cumpleaños con el octavo puesto, justo delante de su compatriota Carlos Sainz (Renault).

El doble campeón mundial asturiano (2005 y 2006), que arrancó undécimo, avanzó tres puestos y sumó cuatro puntos en la pista en la que logró, en 2003, el primero de sus 32 triunfos en la categoría reina. Los 32 que suma España en toda su historia.

Hamilton salió bien y Bottas ejerció de sensacional escudero protegiendo a su capitán, cerrando las puertas a los dos pilotos de Ferrari, que habían salido desde la segunda fila. Y Sainz, que partió quinto, tras una espléndida calificación bajo la lluvia el sábado, atacó en la salida a Vettel (al que pronto Kimi le cedió la tercera plaza), el único, al igual que él, que salió con neumáticos blandos de entre los diez primeros en parrilla, que prefirieron mayoritariamente el compuesto ultrablando.

Pero el madrileño no sólo no pudo con el alemán, sino que fue rebasado por el galo Pierre Gasly (Toro Rosso) y el danés Kevin Magnussen (Haas) -sexto y séptimo este domingo- y su ex compañero holandés Max Verstappen; que abandonó en la sexta vuelta, al fallar el motor de su Red Bull.

Dentro de los puntos

Alonso entró en los puntos con la retirada de Max, pero poco después fue rebasado por el francés Romain Grosjean -décimo, en la quinta carrera seguida en la que puntúan los dos pilotos de Haas- y por el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), que a pesar de salir duodécimo y bajar tras una mala salida al decimosexto, completó una gran actuación para acabar cuarto.

Bottas y Raikkonen pararon en la vuelta 16 y siete más adelante Vettel rodaba segundo, a siete segundos de Hamilton, que rodaba con un compuesto más suave (y más rápidamente degradable) que el de Seb.

El inglés paró en la 27 -una vuelta más tarde que Sainz-, colocó blandos y cedió el liderato, pero regresó con brío a pista, poco después de que Gasly -lógicamente- no opusiera excesiva resistencia al adelantamiento de Ricciardo, que ya rodaba quinto.

Alonso, que había salido con blandas y aún no había parado, era séptimo, por detrás de Gasly, en el ecuador de la carrera, tras el giro 35, en el que Vettel lideraba con 12 segundos sobre Hamilton, con 24 y 25 sobre Bottas y Kimi; y medio minuto sobre Ricciardo

Hizo calor, como es habitual en estas fechas, en Hungría (se llegó a rodar a 34 grados, con 52 en el asfalto). Pero, aunque las previsiones meteorológicas anunciaban posibilidad de tormentas, no llovió; por lo que en la pista de las afueras de Budapest todo se redujo a la gestión de los neumáticos.

Y conforme se fueron desgastando los de Vettel, Lewis empezó a recortar tiempo. Seb paró en la 40, un giro después de que lo hiciese por segunda vez Kimi, con lo que Mercedes recuperaba los dos primeros puestos con Hamilton y Bottas; y Ricciardo -que aún no había parado- era cuarto, por delante de Raikkonen.

Alonso paró en la 40 y pasó del blando al medio (el más duro de los tres compuestos), con el que logró asegurar el octavo puesto en el que rodaba, en esos momentos dos por delante de Sainz, que lo hacía por detrás del belga Stoffel Vandoorne, compañero del genio astur.

Ricciardo tardó 45 vueltas en parar. Sustituyó blandas por ultrablandas y, aunque inicialmente se lo tuvo que ceder a Kimi, pudo certificar el cuarto puesto tras el declive final de Bottas.

Vandoorne, que estaba haciendo una buena carrera por detrás de su compañero Alonso, abandonó en la 50, al parecer con un problema en la caja de cambios, cediendo el noveno puesto a Sainz. Al que no pocos ven fuera de Renault el año próximo, pero que en Hungría mejoró, tanto en calificación, como en carrera, a su compañero alemán Nico Hülkenberg, duodécimo y sin puntos este domingo.

Bottas sufría con sus ruedas traseras, muy desgastadas, y Vettel se colocó justo detrás suya a falta de trece giros, pero Valtteri aguantó todo lo que pudo en defensa de su jefe de filas; y a siete para el final, la ventaja de Hamilton ya era de 22 segundos.

Hasta que al principio de la 65 el finés de Mercedes 'reventó' y fue superado por el dúo de Ferrari.

A tres para meta, Ricciardo intentó pasar a Bottas pero se tocaron en la primera curva; y, reconociendo su culpabilidad, el equipo del finés le instó a devolverle la plaza al 'aussie'. Que apuntaba más alto al llegar a Hungría, pero se conformó con el cuarto puesto y con marcar la vuelta rápida (1:20.012), en la 46.

Hamilton ganó sin problemas en un fin de semana que parecía iba a ser claramente para Ferrari, hasta que diluvió el sábado, jornada en la que bailó con maestría sobre el agua. Y ahora podrá relajarse hasta el último fin de semana de agosto. Cuando se reabra su pugna con Vettel por igualar al mítico Fangio.

La próxima prueba, el Gran Premio de Bélgica el decimotercero del Mundial, se disputará el último fin de semana de agosto en el circuito de Spa-Francorchamps.