El atletismo español afronta eufórico el Campeonato de Europa al Aire Libre de Berlín esta semana, con una delegación récord de 96 atletas que buscará que la capital alemana marque un antes y un después, haciendo realidad las grandes previsiones de medallas con Bruno Hortelano tomando el carismático testigo de Ruth Beitia.

Las sequías de medallas en los Juegos Olímpicos de Pekín y Londres, la falta de resultados también en Mundiales y los complejos al afrontar los torneos de los vecinos europeos quedan ya muy lejos. El golpe en la mesa lo tiene ante sí España en tierras alemanas, donde en Múnich 2002 firmó su mejor Europeo.

Aquellas 15 medallas de hace 16 años son factibles en Berlín, con un atletismo español que puede presumir ya como éxito la representación más numerosa de su historia y la tercera del torneo, por detrás de Alemania y Gran Bretaña. Cantidad, variedad y mucha calidad con nuevos horizontes en un escenario europeo propicio para destacar, sin las otras potencias dominantes del resto del mundo.

El atletismo español ya no es solo el medio fondo, la marcha o Beitia. "No tenemos por qué tener miedo al éxito. Contabilizo entre 15 y 17 opciones de medalla", dijo el director técnico de la RFEA, Ramón Cid. La mejor prueba de los moldes rotos es la velocidad, de donde sobresale la figura de Hortelano como bandera tras la retirada de la mejor atleta española de la historia.

A sus 26 años, Hortelano ostenta los récord nacionales de 100, 200, 400 y 4x100, y su camino es además el de la superación. Hace dos años, en el Europeo de Ámsterdam, se presentó al mundo con el título continental en 200 metros y fue cuarto en los 100. Un oro que conoció en la zona de entrevistas por una periodista holandesa que le informó de la descalificación de Churandy Martina.

Poco después rozó otro sueño, correr al lado de Usain Bolt en los Juegos de Río, pero de lo más alto cayó a lo más duro. Un accidente de tráfico cerca estuvo de terminar con su carrera y hace poco más de dos meses volvió tras estar 20 fuera de las pistas. "He vuelto y nadie podrá pararme", con los índices señalándose la cabeza y los récords nacionales de 400 (44.69) y 200 (20.04).

La gallega Ana Peleteiro, segunda del año, y María Vicente, que hace un mes arrasó a nivel continental y mundial sub 18 en heptatlón, son grandes bazas en el triple salto.

La velocidad apunta alto en el relevo 4x100, que llegan del récord nacional en los Juegos Mediterráneos.